El mandatario Evo Morales se proclamó este jueves 24 de octubre ganador en primera vuelta de las disputadas presidenciales en Bolivia, tras alcanzar una diferencia de 10 puntos sobre su rival Carlos Mesa, aunque luego abrió la puerta a ir a un balotaje si el cómputo final así lo establece.
“Una buena noticia (...) Ya ganamos en la primera vuelta”, dijo Morales en una rueda de prensa, apoyándose en el cómputo oficial que con 98.42% del escrutinio le otorgaba el 46.83% de los votos frente al 36.7% de Mesa.
Un resultado que le permitiría evitar el balotaje, pues la ley establece que para ganar en primera vuelta un candidato debe obtener el 40% de los votos y una ventaja de 10 puntos sobre el segundo contendiente.
Pero todavía falta por escrutar poco más del 1% de los votos, según el portal del Tribunal Supremo Electoral, y poco después de reivindicar su victoria, Morales –en el poder desde 2006– se dijo dispuesto a ir a un eventual balotaje.
“Si el resultado final dice que vamos a segunda vuelta, vamos a ir (pero) si el cómputo oficial dice que no hay segunda vuelta, vamos a respetar, vamos a defender”, sostuvo.
Mientras el escrutinio continúa, la tensión sigue creciendo en el país tras los comicios del domingo: sectores opositores mantienen una huelga parcial desde el miércoles y Mesa ha reclamado una segunda vuelta y denunciado “fraude”.
Este jueves, Morales cuestionó también el papel de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), que la víspera consideró como "mejor opción" la realización de un balotaje para dirimir la reñida disputa.
Específicamente reclamó que hicieran tal propuesta antes de que concluyera el conteo oficial.
“No quiero creer que la misión de la OEA está con el golpe de estado”, señaló, volviendo sobre la denuncia que formuló un día antes cuando equiparó la huelga y las protestas opositoras con un alzamiento en su contra.