El presidente ecuatoriano Lenín Moreno aseguró este miércoles 4 de octubre que está buscando el mecanismo para "suplir esa ausencia" del vicepresidente Jorge Glas, en prisión preventiva desde el pasado lunes 2 de octubre por el caso de los millonarios sobornos de Odebrecht.
"Una persona que está encarcelada no puede cumplir con la función de vicepresidente (...) Al equipo de abogados le he solicitado que me proporcione el mecanismo a implementar para suplir esa ausencia", aseguró en una rueda de prensa en Quito.
"El término es inhabilitado por fuerza mayor para ejercer la función, entonces ese momento hay que tomar una decisión (...) Tiene que haber un reemplazo, creo yo", agregó.
Fue la primera reacción del mandatario desde que Glas, vinculado a una investigación penal por Odebrecht que en Ecuador afecta a 18 personas, ingresó a una cárcel del norte de Quito para cumplir prisión preventiva a petición de un juez de la suprema Corte Nacional.
Glas, a cargo desde 2007 de sectores estratégicos en el gobierno de Rafael Correa y desde 2013 vicepresidente, se convirtió de este modo en el funcionario en ejercicio de más alto rango en ir a la cárcel por los millonarios sobornos pagados por la firma brasileña en Latinoamérica.
La medida cautelar, mientras la Fiscalía decide si le imputa cargos o no, ahonda todavía más en la lucha de poderes entre Moreno y Correa, gran aliado de Glas, que ha puesto al oficialismo al borde de la ruptura.
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Correa y el vicepresidente, al que Moreno retiró en agosto las funciones, acusan al mandatario de aliarse con la oposición y de valerse de su cruzada contra la corrupción para destruir al correísmo.
"Si es que la Asamblea (Legislativa) desea hacer un juicio político (contra Glas) es su decisión. Si es que la justicia decide sentenciarlo también es su decisión", enfatizó Moreno, en el poder desde mayo pasado.
Según la Constitución, Moreno puede designar un vicepresidente temporal de entre sus ministros, pero si la ausencia de Glas supera los 90 días perdería su cargo y el Congreso (dominado por el oficialismo) debería elegir a su sucesor de una terna presentada por el gobernante.