La líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, protagonizó el miércoles un histórico discurso de ocho horas en un intento por forzar a la cámara baja a votar sobre protecciones a los dreamers, y para demostrarles a los indignados progresistas y activistas que ha hecho todo lo posible.
Con zapatos de tacón de 10 centímetros y sin tomar un solo descanso, Pelosi, de 77 años, pasó gran parte de la maratónica sesión leyendo cartas personales de los jóvenes inmigrantes, cuyas protecciones temporales de deportación están programadas para terminar el próximo mes.
La demócrata por California citó la Biblia y al papa Francisco, mientras los demócratas se turnaban para ocupar asientos detrás de ella en una señal de apoyo.
La Oficina de Historia de la Cámara de Representantes indicó que se trata del discurso continuo más largo del que se tenga registro.
“Vean, están deportando a estas personas”, dijo Pelosi después de unas seis horas de discurso. “Hoy podemos hacer algo para, por lo menos, socorrer a los niños”.
La presentación no causó un impacto inmediato entre los líderes republicanos, que no acordaron sostener una votación.
Pero el discurso tal vez también fue dirigido al ala liberal del propio partido de Pelosi, que enfureció el miércoles después de que los senadores demócratas llegaron a un acuerdo presupuestal que podría robarle rápidamente el ímpetu al esfuerzo por resolver el calvario de los dreamers.
Mientras Pelosi hablaba en el pleno de la Cámara de Representantes, activistas migratorios se manifestaban en Washington y amenazaban con repercusiones políticas contra los legisladores demócratas que abandonaron la estrategia de exigir que un acuerdo presupuestario esté ligado a uno en materia migratoria.
Las nuevas amenazas dejaron al descubierto las profundas divisiones dentro del Partido Demócrata, que batalla para solucionar una prioridad liberal ante el Congreso, donde los republicanos son mayoría.