El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defendió el domingo su decisión de retirar los detectores de metales en los ingresos a la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este, ocupada y anexada, afirmando que lo hizo para preservar la seguridad.
"Escucho la sensibilidad del público, entiendo sus sentimientos, sé que la decisión que tomamos no es la más fácil", afirmó Netanyahu hablando en público por primera vez del tema en la reunión semanal de gabinete.
"Al mismo tiempo, por mi posición de primer ministro, del que lleva la carga de la seguridad de Israel sobre sus hombros, estoy obligado a tomar decisiones con calma y con atención", agregó.
Tel Aviv instaló detectores de metales y cámaras de seguridad en los ingresos de la Explanada de las Mezquitas luego de un ataque en el que murieron dos soldados israelíes el 14 de julio.
La decisión provocó numerosas manifestaciones seguidas de enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y manifestantes palestinos. Siete palestinos murieron en Jerusalén Este, en Cisjordania ocupada y en la Franja de Gaza. Tres colonos israelíes murieron en Cisjordania.
Presionado a nivel internacional, Netanyahu tuvo que dar marcha atrás con la medida. Anunció primero el retiro de los detectores de metales y luego las otras medidas de seguridad vigentes desde el 16 de julio.
Según un sondeo entre los judíos israelíes, el 77% estima que la decisión de Netanyahu es una "capitulación". La prensa que generalmente defiende al primer ministro criticó esta vez la gestión de la crisis.

