Al menos 10 muertos, incluyendo dos menores, y unos 20 heridos dejó este domingo una violenta incursión de fuerzas policiales y paramilitares a varios poblados en el sur de Nicaragua, informó un organismo de derechos humanos.
Seis de los fallecidos son civiles, entre ellos dos menores de edad, y cuatro policías antimotines, según un informe preliminar de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
El ataque se registró en la ciudad de Masaya, 30 km al sur de Managua, y las comunidades vecinas de Niquinohomo, Catarina y el barrio de Monimbó.
"Este es un informe preliminar, aún esta en proceso de investigación de los nombres y edades de los fallecidos", dijo a periodistas el presidente de la ANPDH, Alvaro Leiva.
Agregó que pidieron a las autoridades abrir una vía para evacuar a los heridos pero no se lo permitieron.
"Hay francotiradores ubicados en diferentes partes de la ciudad. Le pedimos a los ciudadanos resguardarse en sus casas", instó Leiva.
Más temprano, la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, dijo: "van a destruir Masaya, está absolutamente rodeada" por fuerzas gubernamentales.
Los pobladores del aguerrido barrio Monimbó de Masaya resistieron el ataque de los antimotines y paramilitares. "Nos están atacando la policía nacional y parapolicías encapuchados y armados con AK y ametralladoras a nuestro barrio indígena de Monimbó", denunció en horas de la mañana Álvaro Gómez, un poblador del lugar.
"La situación es grave, necesitamos abrir un corredor para evacuar heridos, se nos esta muriendo la gente", advirtió desesperado el secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva.
Leiva lanzó un "SOS" a los obispos de la Conferencia Episcopal, al alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El secretario de la CIDH, Paulo Abrao, dijo en Twitter estar en conocimiento de "la represión violenta a las poblaciones de Masaya. El estado parece ignorar el diálogo" con la oposición.
Ante el asedio, organizaciones de la sociedad civil se dirigen hacia Masaya desde Managua en una caravana de solidaridad, dijo el líder estudiantil Lesther Alemán.
Por su parte, el sitio oficialista El 19 Digital, señaló que "Niquinohomo territorio liberado de tranques (bloqueos)", en el marco de la llamada "operación limpieza" que incluyó a los sureños Diriá, Diriomo, Catarina y Monimbó.
La incursión se produce en medio de la ofensiva que el gobierno emprendió a inicios de julio para "limpiar" a punta de balas las barricadas que los manifestantes levantaron en las principales carreteras y ciudades del país en el marco de las protestas, que dejan mas de 270 muertos desde el 18 de abril.
Policías y paramilitares asediaron entre viernes y sábado a unos 200 estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), en un violento asalto que dejó dos jóvenes muertos y 14 heridos.
Tras unas 20 horas de terror, una gestión de la Iglesia católica permitió a los jóvenes salir del templo Divina Misericordia, donde se refugiaron tras ser tiroteados en la UNAN, en el suroeste de Managua.
La UNAN, donde los muchachos estuvieron casi tres meses en barricadas, era el último bastión de resistencia de los estudiantes, punta de lanza de la sociedad civil que exige la renuncia de Ortega, a quien acusan de una brutal represión y de instaurar una dictadura.
Ortega, un exguerrillero sandinista de 72 años, ha sido señalado por sus adversarios de instaurar una dictadura junto a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, mediante un control total de los poderes del Estado.