El Gobierno de Nicaragua anunció que negociará las controversiales reformas al Seguro Social que han provocado tres días de protestas, que el viernes arrojaban un saldo de nueve muertos y decenas de heridos y detenidos, en un ambiente caótico en varias de las principales cabeceras departamentales del país, dijo la vocera del ejecutivo.
La vicepresidenta del gobierno, Rosario Murillo, confirmó que nueve personas murieron en unas protestas que calificó de “crueles”, pero no ofreció más detalles.
“Estamos respondiendo al llamado al diálogo que hizo el cardenal Leopoldo Brenes y que hicieron los hermanos del sector privado, para tratar todos los temas, incluso este tema de seguridad social”, dijo Murillo a medios oficiales.
“Este tema de la seguridad social no son propuestas concluidas, sino (que) estamos abiertos a discutirlas”.
El presidente del país, Daniel Ortega, comparecerá el sábado para brindar detalles de la oferta de diálogo, señaló Murillo.
Las protestas comenzaron el miércoles, un día después de la publicación en el diario oficial La Gaceta, de un paquete de reformas que aumentan la cuota patronal y laboral al Seguro Social e imponen una cuota del 5% mensual a los pensionados para cubrir los gastos del programa de enfermedad y maternidad.
El sector privado rechazó las medidas unilaterales del gobierno y dijo que se había roto el modelo de diálogo.
La población salió a la calle para mostrar su rechazo a la ley y las manifestaciones se volvieron violentas cuando el gobierno ordenó desplegar a violentos miembros de la Juventud Sandinista y a la policía para confrontar a los reclamantes.
Los choques se mantuvieron en diferentes partes del país hasta el viernes en la noche. En algunas zonas se quemaron edificios públicos y una radio emisora.