Miles de nicaragüenses marcharon este sábado en Managua en una peregrinación por la paz y en demanda de justicia tras protestas que dejaban decenas de muertos en el país, en un ambiente de reconciliación y bajo la convocatoria de la iglesia católica.
Durante la manifestación, los obispos dieron un plazo de un mes para que se llegue a acuerdos en el marco del diálogo nacional del que serán mediadores y que seguirá a las violentas protestas que se presentaron en el país contra una reforma previsional que finalmente fue retirada por el gobierno de Daniel Ortega.
La multitud azul y blanca -colores de la bandera- estaba integrada por jóvenes, adultos mayores y campesinos que se reunieron en tres puntos de Managua para marchar hacia la catedral, convocados por la Conferencia Episcopal.
"Hemos peregrinado como un solo pueblo, hermanados en la fe del señor Jesús, hermanos en el dolor por tantas vidas perdidas (...) un solo pueblo peregrino hermano en el anhelo de justicia, paz y reconciliación", dijo el cardenal Leopoldo Brenes durante una homilía masiva con la que se selló la movilización.
Brenes, en nombre de la Conferencia Episcopal, dijo que aceptó ser testigo y mediador en el diálogo convocado por el presidente Ortega, pero se dio el plazo de un mes para evaluar "si existe un compromiso real de cumplir los acuerdos" que se adopten. "Si vemos que no se están dando esos pasos haríamos un alto y le diremos al pueblo de Dios que así no podemos seguir y que no se pudo", advirtió el religioso en medio de aplausos de la multitud, que coreaba "íQue se vayan!" en alusión a Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
El prelado, que ha mantenido una posición cautelosa frente al diálogo, estimó que las conversaciones deben tener como fin "la verdad, la justicia y la libertad".
"Nicaragua quiere la paz para que no haya más derramamiento de sangre; se tiene que hacer justicia por los muertos y desaparecidos", dijo a la AFP María Flores, una abogada de 40 años entre la multitud.
"Se nos acabó el miedo, queremos una Nicaragua libre", afirmó Rosa Herrera, de 65 años mientras marchaba.
La movilización se realizó en un ambiente tranquilo de devoción y rogativas por la paz, pero también demandas de justicia por las víctimas de la represión a las protestas de estudiantes y pobladores contra una reforma al Seguro Social que aumentaba la cuota obrera y patronal.
Una caravana de campesinos, asentados en la ruta donde el gobierno planea la construcción de un canal interoceánico en el sur del país, despertó especiales simpatías entre otros asistentes.
Esta es la segunda marcha multitudinaria en la capital nicaragüense tras las protestas, después que el lunes los empresarios también se manifestaran para rechazar las reformas a la seguridad social y en apoyo a los jóvenes que fueron reprimidos.