Nicaragua intentará revivir el diálogo en busca de una salida a la crisis por la ola de protestas que ha dejado más de 120 muertos, cuando el presidente Daniel Ortega se reúna este jueves, a las 3:00 p.m., con los obispos católicos, mediadores de las conversaciones entre el gobierno y la oposición.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) anunció en un comunicado que Ortega aceptó la invitación de los obispos para encontrarse en la Casa de los Pueblos, centro de convenciones del gobierno en Managua, en busca de relanzar el diálogo nacional.
La CEN había anunciado el 31 de mayo que no reanudaría el diálogo entre el gobierno y la oposición, representada en una alianza de estudiantes, empresarios y sociedad civil, mientras no cesara la represión contra los manifestantes.
La iglesia suspendió los contactos luego de que una multitudinaria marcha opositora fue atacada un día antes a balazos por la policía y fuerzas de choque, causando 16 muertos.
El diálogo pretende encontrar una salida a la grave crisis política y social que vive el país, con manifestaciones de violencia que comenzaron el 18 de abril.
"Todos queremos la paz, queremos el diálogo, queremos trabajar juntos y escucharnos, discutir todos los temas porque para todo hay solución", advirtió el pasado lunes la esposa de Ortega y vicepresidenta Rosario Murillo.
Los opositores aseguraron el miércoles que la mayoría de las rutas del país están bloqueadas, principalmente al sur de la capital, con el propósito de proteger a la ciudad de Masaya, que ha sido blanco de saqueos, incendios y ataques de policías y fuerzas de choque desde que estallaron las protestas en abril.
"La idea es aumentar los tranques (bloqueos) para defender a Masaya, que se ha convertido en un objetivo de la dictadura", dijo a la AFP la exdirigente guerrillera y disidente del sandinismo oficialista, Mónica Baltodano.
Comunicado oficial de la Conferencia Episcopal de Nicaragua pic.twitter.com/cQP2XRsHIv
Los cierres de rutas también buscan dificultar el paso hacia la turística ciudad de Granada, un centro histórico, donde el martes se registraron choques que dejaron al menos un muerto, saqueos y nuevos incendios.
"Estamos tristes por los acontecimientos de ayer (martes) en la histórica ciudad de Granada, patrimonio cultural de Nicaragua, que fue asolada, fue incendiada como en los tiempos (del filibustero norteamericano) William Walker" en el siglo XIX, expresó Murillo.
Según el gobierno, los incendios afectaron no solo edificios públicos y casas del partido oficialista, sino también a varios comercios. Las protestas son encabezadas por jóvenes que defienden sus ciudades con piedras, morteros caseros y que son repelidos con balas por las fuerzas antimotines y grupos de choque del gobierno.
"Nuestra única arma es esa, mortero (...) el objetivo es tratar de seguirnos defendiendo hasta que esto se termine", dijo a la AFP Álvaro Torres, un mecánico que pasó la tarde fabricando lanza-morteros caseros con tres vecinos para defender su cuadra en Masaya, 30 km al sur de la capital.
"Es injusto lo que está haciendo Daniel Ortega (...) está matando a su propio pueblo", manifestó por su lado Zeneyda del Rosario Cuesta, madre de un muchacho de 17 años que fue asesinado el domingo por una ráfaga de disparos que la familia afirma vinieron de la estación de policía.
"Ya no quiero que ninguna madre pierda su hijo (como yo), porque duele, duele lo más profundo el corazón", dijo angustiada la mujer.
El miércoles, un adolescente fue herido de bala en el combativo barrio Monimbó de Masaya."Sólo tenemos tiradoras (hondas) y morteros para defendernos", dijo irritado un joven.
El martes, la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó una declaración "en apoyo del pueblo de Nicaragua", en la cual insta al gobierno de Ortega y a todos los miembros de la sociedad a dialogar de manera constructiva para abordar la crisis y detener la violencia.