Representantes de la Iglesia católica de Nicaragua y el nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag fueron agredidos por simpatizantes del gobierno del presidente Daniel Ortega al llegar a mediar en un conflicto en Diriamba, que sufrió una fuerte represión el domingo.
Imágenes difundidas por medios locales que cubrían la llegada de los líderes religiosos a la ciudad ubicada a 46 kilómetros al sur de Managua mostraron cómo un grupo de simpatizantes con banderas del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional y personas encapuchadas rodearon al cardenal Leopoldo Brenes, al obispo auxiliar de la capital, Silvio Báez y otros religiosos.
El primero trató de hablar con las personas que lo rodeaban, pero no lo dejaron. Decidió ingresar con el nuncio y demás religiosos a la Basílica de San Sebastián, pero empezó un forcejeo. Entre ofensas y golpes finalmente lograron pasar.
Los grupos afines al gobierno también entraron al templo y golpearon a varios religiosos, entre ellos, al obispo auxiliar Báez y al párroco de Masaya, Edwin Román, ambos con heridas de arma blanca en la mano. Periodistas locales también fueron agredidos y objeto de robo.
Asediado por una turba enardecida que quería ingresar a la Basílica San Sebastián en Diriamba, fui herido, golpeado en el estómago, me arrebataron las insignias episcopales y agredido verbalmente. Estoy bien gracias a Dios. Se liberó la basílica y a quienes allí estaban. pic.twitter.com/9qTgugBjic
Los religiosos viajaron a Diriamba para respaldar a las víctimas de un ataque armado cometido el domingo por policías y parapolicías. Producto de la represión, varias personas habían quedado encerradas en la Basílica. “Todo se puede evitar cuando razonamos”, dijo el obispo auxiliar Báez a Radio Corporación, después de ser herido en el brazo derecho.
El director de la no gubernamental Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, Álvaro Leiva, que formaba parte de la caravana que llegó a Diriamba, dijo que el ataque a los líderes de la Iglesia católica es algo que agudiza la crisis. “Estoy sin palabras, de verdad nunca esperé que algo así ocurriera, un irrespeto completo”, señaló.
“El mundo debe ver lo que está pasando en Nicaragua. Han agredido a los obispos, a periodistas, el gobierno va dejando sin posibilidad la salida de la crisis por medio del diálogo”, dijo el presidente del Consejo Superior de la Iglesia Privada, José Adán Aguerri. Esta agresión se da dos días después que el presidente Ortega anunciara que no está dispuesto a adelantar las elecciones como lo ha demandado una buena parte de la población nicaragüense en las calles.
Las protestas iniciaron el pasado 18 de abril en contra de una fallida reforma a la seguridad social y tras la represión que ha dejado unos 250 muertos se transformó en un reclamo general para la salida del poder del presidente Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.