El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó este miércoles militarizar el estado Táchira (frontera oeste con Colombia) tras fuertes disturbios, en una agudización de la crisis que deja 43 muertos en siete semanas de protestas opositoras y que incluso ya se elevó a la ONU.
"He ordenado el traslado de 2 mil guardias y 600 tropas de operaciones especiales", anunció el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, a través de la televisora gubernamental VTV.
Entre la noche de martes y este miércoles, decenas de comercios fueron saqueados y dos estaciones de policía incendiadas en Táchira, donde muchos negocios permanecían cerrados por temor a nuevos actos vandálicos.
Los focos de violencia también persisten en otros puntos del país. En la periferia este de Caracas, en San Antonio Los Altos, se mantienen los disturbios y barricadas montadas por encapuchados.
"No podemos hablar de manifestaciones. Se trata de un accionar subversivo (...) que está rayando ya en la fase de insurgencia armada", manifestó el general Padrino López.
Las protestas tienen como combustible un grave deterioro económico y social en el país petrolero, con severa escasez de alimentos y medicinas, la inflación más alta del mundo y una criminalidad desbordada.
Médicos, enfermeras y otros especialistas marchan este miércoles en Caracas con la intención de ir hacia el Ministerio de Salud, pero debieron cambiar su ruta porque sus pares chavistas se alistan para un acto que será encabezado por Maduro.
Hace una semana, Antonieta Caporale fue cesada como ministra de Salud tras divulgar un boletín que reveló que la mortalidad infantil había aumentado 30.12% en 2016 y la materna 65%, mientras repuntan enfermedades como la malaria.