Un juez ordenó este martes 22 de agosto que dos de los cuatro sospechosos sobrevivientes de los ataques extremistas de la semana pasada en España permanezcan detenidos sin derecho a fianza.
Solicitó que otro siga bajo custodia por 72 horas, y que el otro sea liberado con restricciones, después de comparecer ante la Audiencia Nacional de Madrid para responder preguntas sobre los atentados en los que murieron 15 personas.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu emitió sus órdenes después de interrogar a los cuatro sospechosos sobre los ataques con vehículos en Barcelona y Cambrils, así como sobre una explosión fatal en una casa en la que se fabricaban explosivos y que, de acuerdo a la policía, frustró los planes del grupo de realizar más atentados en monumentos de Barcelona.
El juez dijo que había evidencia suficiente para retener a Mohamed Houli Chemlal, de 21 años, y a Driss Oukabir, de 28 años, por cargos preliminares de homicidio y lesiones de naturaleza terrorista, y pertenecer a una organización terrorista. Houli Chemlal enfrenta un cargo adicional de manejo de explosivos.
Sin embargo, el juez dijo que no había indicios “suficientemente sólidos” para retener al sospechoso Mohamed Aalla, quien fue liberado bajo la condición de comparecer ante la corte cada semana, entregar su pasaporte y permanecer en España.
El propietario de un cibercafé de Ripoll, la localidad serrana en donde residían la mayoría de los 12 hombres que originalmente fueron identificados como miembros de la célula extremista responsable de los atentados, permanecerá detenido por al menos 72 horas más mientras continúa la investigación policíaca, indicó el juez.
El interrogatorio de los cuatro sospechosos se realizó durante sus comparecencias iniciales y presentó nuevos detalles sobre el alcance de las actividades del grupo y los eventos previos a los atentados realizados el jueves y viernes en Cataluña.
Dos de los sospechosos identificaron a un imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty, como el líder ideológico del grupo, de acuerdo con un funcionario judicial que estuvo presente en los interrogatorios.
Uno de los acusados dijo que se fabricaban explosivos para atacar un monumento de Barcelona, donde el imán planeaba hacerse estallar, según el funcionario de la corte.
En vez de eso, Es Satty y otro hombre murieron cuando accidentalmente estallaron los explosivos que fabricaban en un taller casero de Alcanar, una localidad costera al sur de Barcelona, indicó la policía.
El funcionario de la corte no estaba autorizado a hablar de casos abiertos, por lo que solicitó anonimato. Otros cinco miembros del grupo fueron abatidos por la policía durante el atentado con un vehículo y cuchillos en Cambrils.
Otro más, quien se sospecha era el conductor de la camioneta que arrolló peatones en el paseo de Las Ramblas en Barcelona, fue baleado el lunes por la policía en un viñedo cercano a Barcelona.
Houli Chemlal, el único sobreviviente del estallido en Alcanar, dijo el martes a la corte que la única razón por la que está con vida es debido a que se encontraba en la planta baja de la casa lavando platos después de cenar.
Rindió su testimonio postrado en una silla de ruedas y sin levantar la mirada del piso, según el funcionario de la corte.
Ha estado hospitalizado y bajo custodia desde que fue arrestado el jueves. Oukabir, testificó que fue él quien alquiló las camionetas utilizadas en los atentados, pero pensó que serían utilizadas para una mudanza. Su hermano, Moussa, fue uno de los cinco extremistas que fueron abatidos a disparos el viernes por la policía de Cambrils.
Según otra persona que asistió al interrogatorio, Oukabir dijo a los fiscales que su primera versión de los hechos —en la que dijo a la policía que su hermano le robó sus documentos — fue algo que dijo por miedo. La persona discutió lo ocurrido en la audiencia bajo condición de anonimato. Aalla dijo que el Audi A3 utilizado en el atentado de Cambrils era utilizado por su hermano, a pesar de que estaba registrado a su nombre.
Un hermano de Aalla fue baleado en Cambrills, y se cree que el otro fue la segunda víctima del estallido en la casa de Alcanar. El dueño del cibercafé de Ripoll, Sahl El Karib, dijo al juez que solo buscaba conseguir una ganancia económica cuando compró al menos dos pasajes de avión para dos supuestos miembros del grupo.
