El presidente de Colombia Juan Manuel Santos fue galardonado este viernes con el Nobel de la Paz por sus "esfuerzos tenaces para poner fin a una guerra civil de más de 50 años", pese al triunfo del no en el plebiscito sobre el acuerdo con la guerrilla de las FARC.
"El hecho de que una mayoría de votantes dijera no al acuerdo de paz no significa necesariamente que el proceso de paz esté muerto", argumentó la presidenta del Comité Nobel noruego, Kaci Kullmann Five.
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"Existe un peligro real de que el proceso de paz se interrumpa y de que la guerra civil se reanude", lo que hace "todavía más urgente el respeto del alto el fuego por las partes, encabezadas por el presidente Santos y el jefe de la guerrilla de las FARC Rodrigo Londoño", conocido como Timochenko, declaró Kullmann Five.
El Comité Nobel noruego atribuyó su influyente galardón a este incansable defensor del camino negociador, que dice no querer claudicar en su meta a pesar del resultado negativo del plebiscito a que sometió su propuesta de paz.
El Premio Nobel de la Paz, cuyo valor asciende a ocho millones de coronas suecas ($930 mil), será entregado en Oslo el 10 de diciembre.
Antiguos halcones convertidos en palomas, Santos y el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias Timochenko, firmaron el 26 de septiembre un acuerdo histórico para poner fin a un conflicto que duraba desde más de medio siglo.
Contra todo pronóstico, el pueblo colombiano rechazó el acuerdo en un plebiscito el domingo, reclamando entre otras medidas que los guerrilleros desmovilizados no puedan participar en la vida política y que vayan a la cárcel, en lugar de beneficiarse de penas alternativas.
El fracaso del referéndum obligó a Bogotá y a la guerrilla a reanudar sus negociaciones, a las que el comité Nobel da un espaldarazo este viernes con el peso simbólico del premio.
"El hecho de que una mayoría de votantes dijera no al acuerdo de paz no significa necesariamente que el proceso de paz esté muerto", argumentó.
"El referéndum no era una votación a favor o en contra de la paz", agregó el comité.
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Conforme a la tradición, el comité no quiso explicar por qué este premio no estaba compartido con las FARC.
El miércoles, después de reunirse con los opositores al acuerdo, entre los cuales su predecesor y exmentor Álvaro Uribe, el presidente Santos estimó que "la paz está cerca y la vamos a alcanzar".
Cuando Santos fue ministro de Defensa durante la presidencia de Uribe lanzó la mayor ofensiva contra la guerrilla marxista.
Pero decidió no obstante seguir la vía de las negociaciones tras ser elegido presidente, hace seis años.
El año pasado, el Nobel de la Paz fue para el Cuarteto para el Diálogo Nacional Tunecino, actores de la sociedad civil que permitieron salvar la transición democrática en Túnez.
Este año el instituto Nobel noruego había recibido no menos de 376 candidaturas para el premio, un centenar más que el récord anterior.
EL NOBEL 'ES PARA TODOS': VÍCTIMA DEL CONFLICTO
Fabiola Perdomo, una de las representantes e las víctimas del conflicto armado de más de medio siglo en Colombia, saludó este viernes el Nobel de la Paz otorgado al presidente Santos, afirmando que "este premio es para todos".
"Este premio es para todos, para las víctimas, para el país", declaró a radio Caracol Perdomo, de 47 años, viuda de un diputado secuestrado y luego asesinado en 2007 por la guerrilla de las FARC.
Perdomo trabaja actualmente en la estatal Unidad para las Víctimas.
"Así lo tomo, como un premio para todos nosotros. Es un impulso para el acuerdo. Colombia se merece este premio" de paz, agregó vía telefónica, estimando que Colombia "se lo merece" y que esa mañana de viernes es un "amanecer lleno de esperanza".
El marido de Perdomo, Juan Carlos Narvaez, fue secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en abril de 2002 con otros 11 diputados del departamento del Valle del Cauca (oeste).
Narvaez fue asesinado por sus captores cinco años después en una en una masacre que le quitó a Perdomo al hombre que le "robó el corazón" y padre de su hija, según ella misma contó a AFP.
A principios de septiembre, Perdomo estuvo en Cuba, donde el gobierno de Santos y las FARC negociaban desde noviembre de 2012 para poner fin a 52 años de conflagración.
Allí, Perdomo se reunió con los victimarios de su marido. "Fui a encontrar respuestas a muchas preguntas", dijo.
HABLA TIMOCHENKO
El jefe máximo de las FARC, Timoleón Jiménez, dijo este viernes que la guerrilla solo aspira a un "único premio, el de paz con justicia social y sin paramilitarismo para Colombia, luego de que Santos ganara el Nobel de la Paz.
"El único premio al que aspiramos es de la PazConJusticiaSocial para Colombia sin pamilitarismo, sin retaliaciones ni mentiras PazALaCalle", escribió en su cuenta en Twitter Timochenko, como también se conoce a Rodrigo Londoño.
Momentos que marcaron 52 años de conflicto
A continuación los cinco momentos clave que marcaron los 52 años de guerrilla de las FARC y el proceso de paz por el cual el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, fue galardonado con el premio Nobel de la Paz este viernes.
La fundación: El 27 de mayo de 1964 es considerada la fecha fundacional de las FARC. Entonces tuvo lugar el primer combate de un grupo de campesinos, liderados por Manuel Marulanda Vélez ("Tirofijo"), que resistían la ofensiva militar en Marquetalia, centro de Colombia, considerada por el gobierno conservador de Guillermo León Valencia como una "república independiente" de influencia comunista.
Tres procesos de paz fallidos: El primer intento de negociación de paz entre el gobierno y las FARC comenzó el 28 de marzo de 1984, cuando el presidente Belisario Betancur y la guerrilla instalaron una mesa de diálogos en medio de una tregua bilateral. Esas conversaciones fracasaron en 1987, al igual que otras dos, iniciadas en 1992 con el presidente César Gaviria y en 1999 con el presidente Andrés Pastrana. Ese último proceso, que duró hasta 2002, fue conocido como Diálogos del Caguán, por la región de 42 mil km2 que el mandatario ordenó desmilitarizar en el sur del país para que la guerrilla se concentrara durante las pláticas.
Ofensiva rebelde: Los años 1990 estuvieron marcados por una estrategia de guerra de las FARC que incluyó ataques a poblados, bases militares y cuarteles de policía. Los rebeldes también recurrieron al secuestro de civiles para el cobro de rescates. La toma de la ciudad amazónica de Mitú, en 1998, con saldo de 43 muertos y 61 secuestrados, y la masacre de Bojayá en 2002, donde murieron 119 personas en una iglesia donde se refugiaban de combates, marcaron esa época. Pero quizá el hecho que más recuerda el mundo fue el secuestro en 2002 de la precandidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt, liberada seis años después por el Ejército. Su cautiverio se convirtió en el símbolo del drama de civiles, policías y militares retenidos en Colombia, algunos de los cuales fueron rehenes hasta por 10 diez años.
Reacción del gobierno: El 7 de agosto de 2002, al asumir Álvaro Uribe el gobierno con la promesa de derrotar militarmente a las FARC, la guerrilla atacó la sede presidencial, causando 21 muertos en una zona aledaña. En los ocho años del mandato de Uribe, la jefatura de la guerrilla sufrió duros golpes: tras la muerte por aparentes causas naturales del líder y fundador "Tirofijo", falleció Raúl Reyes, el responsable internacional de la guerrilla, en una operación del ejército colombiano en Ecuador, cerca de la frontera. El descabezamiento de la guerrilla siguió en 2010, ya con Santos en la presidencia: primero murió en un bombardeo el jefe militar Jorge Briceño ("Mono Jojoy") y luego, en otra operación militar, Alfonso Cano, sucesor de "Tirofijo".
2016: acuerdo de paz y posterior rechazo en plebiscito: Tras la escalada militar, a instancias del presidente Santos y del nuevo jefe máximo de las FARC, Timoleón Jiménez (Timochenko), ambas partes lanzan formalmente el 18 de octubre de 2012 en Oslo un diálogo de paz, cuya mesa se instala en La Habana en noviembre de ese mismo año, con Cuba y Noruega como garantes, y Chile y Venezuela como acompañantes. Casi cuatro años más tarde, el 26 de septiembre de 2016, las FARC y el gobierno firman un acuerdo de paz. Pero el 2 de octubre, contra todo pronóstico, el pueblo colombiano rechaza el acuerdo en un plebiscito.