Las oficinas de la constructora Iecsa y de la italiana Ghella fueron allanadas este lunes 5 de junio por un juez que investiga el presunto pago de coimas para adjudicar una obra millonaria a la brasileña Odebrecht, que dijo haber repartido 35 millones de dólares en sobornos en Argentina.
La orden de allanamiento fue dada por el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, a cargo de la causa que involucra las obras del "soterramiento" (vías bajo tierra) del ferrocarril Sarmiento, que une la capital con su hiperpoblada periferia oeste, informó la agencia oficial Télam.
El operativo involucró también a las oficinas de Odebrecht en Buenos Aires, que ya habían sido allanadas la semana pasada por otro juez, Sebastián Casanello, que investiga un supuesto cohecho para la construcción de una planta potabilizadora de agua.
Martínez de Giorgi investiga supuestos sobreprecios por 300 millones de pesos (18.7 millones de dólares), así como el presunto pago de sobornos para ganar la licitación del soterramiento del ferrocarril Sarmiento, obra valuada en 3 mil millones de dólares.
La empresa Iecsa, socia de Odebrecht en esta obra pública, pasó en 2007 de manos de Franco Macri (padre del presidente Mauricio Macri) a las de Ángelo Calcaterra, primo del mandatario argentino.
En 2008, Iecsa se adjudicó la licitación de la obra del ferrocarril Sarmiento, como integrante de un consorcio que incluía a Odebrecht, Ghella y la española Comsa.
En febrero pasado, Calcaterra vendió Iecsa a la empresa argentina Pampa Energía.
También fueron allanadas este lunes la firma Detall y la consultora Caesa, perteneciente a Manuel Vázquez, que fue asesor del exsecretario de Transporte de la gestión kirchnerista (2003-2015) Ricardo Jaime.
En Argentina, Odebrecht es investigada en, al menos, tres obras públicas, el "soterramiento" del ferrocarril Sarmiento, la planta potabilizadora de AySA y los gasoductos Norte y Sur.
La empresa brasileña admitió ante la justicia de Estados Unidos que pagó más de 35 millones de dólares entre 2007 y 2014 en Argentina.