Botsuana, que ha sido considerado desde hace tiempo como un refugio para los elefantes africanos, enfrenta una amenaza cada vez mayor de los cazadores furtivos.
Los cazadores ilegales están matando un número de elefantes cada vez mayor en el país del sur de África después de que acabaron con grandes cantidades de los mamíferos en Zambia y Angola, informó un grupo de conservación.
La organización Elefantes Sin Fronteras y funcionarios de vida silvestre de Botsuana han completado la mitad de un censo nacional de elefantes y hasta ahora han contado cerca de 90 cadáveres “frescos” que fueron cazados ilegalmente, dijo Mike Chase, director de la ONG, en un correo electrónico.
Un censo similar realizado en 2014 encontró solo nueve cadáveres, de acuerdo con Chase. Botsuana tiene un estimado de 130.000 elefantes, la mayor población de África.
El gobierno del país dijo el martes que ha habido reportes inexactos sobre la caza furtiva de elefantes. Algunos de los cadáveres contabilizados por Elefantes Sin Fronteras “no fueron cazados furtivamente, sino que murieron de causas naturales y de asesinatos en represalia como resultado de conflictos entre humanos y de vida silvestre”, aseveró el gobierno.
El aumento reportado de elefantes cazados en Botsuana podría reflejar una tendencia en la que los cazadores se trasladan a nuevos territorios cuando las condiciones se vuelven difíciles en las regiones donde generalmente operan.
Dichas condiciones podrían incluir la escasez de elefantes para matar después de la caza furtiva generalizada, u operaciones de las fuerzas de seguridad contra las bandas criminales en algunos casos.
La reserva de caza Selous en Tanzania, por ejemplo, resultó gravemente afectada por los cazadores furtivos, pero información reciente indica que han disminuido las muertes de elefantes. Aun así, los asesinatos aumentaron casi al mismo tiempo en la reserva Niassa de Mozambique, ubicada en el sur del país, la cual está conectada con la reserva Selous por un corredor de vida silvestre.
El combate contra la caza furtiva de elefantes ha tenido algunos logros, incluida una prohibición al comercio de marfil en China, el consumidor más grande del mundo. Sin embargo, los expertos dicen que la tasa de pérdidas anuales de elefantes todavía supera la tasa de natalidad y que los asentamientos humanos están reduciendo el hábitat de estos animales.