El presidente de Estados Unidos (EU) Barack Obama, dio por perdido cualquier avance durante su presidencia en el proceso para crear un Estado palestino, un paso que muchos analistas ven como una estrategia para presionar a Israel después de varios episodios "frustrantes" en la relación bilateral.
El mismo presidente que, nada más llegar al poder en 2009, prometió que el proceso de paz en Oriente Próximo sería una de sus grandes prioridades en política exterior, sentenció este martes, 24 de marzo, que no hay ninguna perspectiva de establecer un "marco significativo que lleve a un Estado palestino" mediante negociaciones directas. "No podemos seguir basando nuestra diplomacia en algo que todo el mundo sabe que no va a ocurrir, al menos en los próximos años", dijo en una conferencia de prensa Obama, que dejará el poder en enero de 2017.
El mandatario culpó de ese panorama al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien afirmó, en la víspera de su reelección, la semana pasada, que no habría un Estado palestino si él continuaba al frente del Gobierno, algo de lo que se retractó dos días después pero que ha generado una profunda frustración en la Casa Blanca.
Nathan Brown
Analista sobre Medio Oriente
Obama, que siempre ha afrontado con cautela la mediación de EU entre israelíes y palestinos, hizo así pública su capitulación en el mismo conflicto que han tratado de resolver, sin éxito, todos los presidentes estadounidenses desde Jimmy Carter (1977-1981).
"El presidente [Obama] se ha distanciado cada vez más del proceso de paz. Ahora simplemente ha hablado públicamente, y de forma poco diplomática, sobre algo que la mayoría de observadores concluyeron hace años", dijo el analista Nathan Brown, que estudia Medio Oriente en el centro Carnegie Endowment for International Peace.
Un mensaje directo
Aaron David Miller, un experto en la región que asesoró al Gobierno de Bill Clinton en el proceso de paz de los años 1990, interpreta las palabras de Obama como un mensaje directo para Netanyahu, y no tanto como una renuncia definitiva a toda mediación estadounidense entre israelíes y palestinos. "Lo que hizo Obama fue expresar lo que realmente piensa. Y gran parte de esto es un intento de acorralar y presionar a Netanyahu, porque la Administración está frustrada" con Israel, explicó Miller, que es analista en el centro de estudios Wilson Center.
Los comentarios de Netanyahu "eliminaron la ilusión" de que Israel buscaba una solución de dos estados al proceso de paz, algo con lo que el primer ministro israelí "nunca estuvo comprometido" realmente, ni siquiera durante los nueve meses de negociaciones directas que fracasaron hace casi un año, según Miller."Lo que es extraño y curioso es la severidad de la reacción de la Administración de Obama", afirmó el experto, que considera "contraproducente" un enfrentamiento tan abierto con Netanyahu. "Muchos analistas israelíes creen que Obama se está pasando y que esto va a acabar fortaleciendo a Netanyahu, no debilitándolo", dijo.
Estados Unidos anunció la semana pasada una revisión de su relación con Israel, en particular en lo relativo al conflicto con los palestinos, pero Miller no cree que la Casa Blanca tenga definida una "estrategia" clara para un cambio de política. "Lo más probable es que, para aplacar a los palestinos, avancen hacia algún tipo de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que determine los parámetros de un Estado palestino", opinó.
Presiones
Obama ya adelantó este martes que EU "va a hacer una evaluación" para decidir si apoya el reconocimiento en el Consejo de Seguridad de la ONU de un Estado palestino, algo a lo que Washington se ha opuesto durante décadas.
Según Brown, es probable que EU "adopte ahora una posición más neutral y permita que avancen las resoluciones de la ONU", aunque algunos republicanos ya han amenazado con eliminar los fondos para Naciones Unidas si Obama respalda una medida de ese tipo. Además de en el Congreso, Obama podría enfrentar "presión de su propio partido y de los candidatos demócratas a las elecciones presidenciales de 2016" para no cambiar de política, apuntó Brown.
Por su parte, Miller considera que sería "peligroso" incluir en una resolución del Consejo de Seguridad "los elementos de un acuerdo de paz" entre israelíes y palestinos, porque no dejaría espacio a la negociación y el resultado serÍa "radiactivo" en Israel, cuya elite política "es muy recelosa respecto a Naciones Unidas".
En cualquier caso, Obama parece haber cerrado un capítulo -el de la mediación en las negociaciones directas- que abrió con decisión al llegar al poder y continuó con unas condiciones menos ambiciosas en 2013, cuando encargó a su secretario de Estado, John Kerry, mediar en unas conversaciones que fracasaron en abril de 2014. "Ya se ha quemado varias veces con este tema", resumió Miller