La comunidad internacional condena con una sola voz la brutal represión en Nicaragua durante las protestas en las calles que exigen la dimisión del presidente Daniel Ortega.
La ONU se sumó al reclamo de Estados Unidos y 12 países latinoamericanos, entre ellos Panamá, para que se ponga fin al reguero de violencia que ha inundado las manifestaciones que comenzaron el pasado 18 de abril.
En el punto de mira de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos está la ley sobre terrorismo aprobada el pasado lunes por el Parlamento de Nicaragua.
El organismo internacional denunció que esta normativa, que impone una pena de entre 15 a 20 años de prisión, puede instrumentalizarse y usarse para criminalizar la protesta pacífica.
“El texto es muy vago y permite una amplia interpretación que podría provocar que se incluyera (en la definición de terrorista) a personas que simplemente están ejerciendo su derecho a la protesta”, señaló el portavoz Rupert Colville.
"La violencia es todavía más horrible cuando elementos armados leales al gobierno están operando con el apoyo tácito o activo de la Policía y de otras autoridades estatales", aseguró mientras que indicó que los funcionarios de la ONU de visita al país han corroborado que se están cometiendo violaciones de Derechos Humanos, “incluidos ejecuciones extrajudiciales, torturas, detenciones arbitrarias y la negación del derecho a la libertad de expresión de las personas”.
La preocupación de la ONU se trasladó a los defensores de los Derechos Humanos, Medardo Maireno y Pedro Mena, que podrían haber sido víctimas de desapariciones forzadas.
La Policía les detuvo el viernes en el aeropuerto de Managua y, desde entonces, las autoridades no han informado a sus familias de su paradero a pesar de las solicitudes judiciales.
“Pedimos a las autoridades de Nicaragua que den de inmediato información sobre su paradero y que nos permita, y a otras organizaciones de Derechos Humanos, acceder a todas las prisiones y centros de detención en los que hay otros detenidos”, reclamó el portavoz de la oficina que dirige Zeid Raad al Hussein.
En tanto la reunión ministerial en Bruselas entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se ha centrado, aunque no estaba en agenda, en las críticas al régimen de Nicaragua.
Según datos de la Asociación Pro Derechos Humanos de Nicaragua, la embestida violenta contra los manifestantes en el país ha dejado 309 personas fallecidas y miles de heridos.
Según confirmó el ministro de Exteriores español, Josep Borrell, hay una propuesta sobre la mesa para que la Unión Europea ejerza de mediadora en Nicaragua, pero "aún no hay una respuesta".
Los ministros de Exteriores de la UE y los 33 países que forman la Celac se reúnen en Bruselas desde el lunes.
Está previsto que del encuentro nazca una declaración conjunta en defensa del multilateralismo y la cooperación internacional para hacer frente a los retos globales y para impulsar los objetivos de desarrollo sostenible.