Olvidado pueblo natal de Fidel Castro espera revivir tras la muerte del líder cubano

Olvidado pueblo natal de Fidel Castro espera revivir tras la muerte del líder cubano


Enclavado entre montañas cubiertas por una densa vegetación, a unos 80 kilómetros de distancia de la ciudad cercana más grande y sin luz eléctrica ni agua potable, el pequeño pueblo de Birán, en el oriente de Cuba, parecía condenado al olvido.

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Pero el renombre de su hijo pródigo, el recién fallecido Fidel Castro, lo sacó del anonimato. Ahora, el poblado agrícola de alrededor de 3 mil 700 personas espera que la casa natal del líder de la Revolución Cubana atraiga cada vez a más visitantes y pueda convertirse en un atractivo que impulse su vetusta economía.

La casa donde nacieron Fidel y sus seis hermanos, incluido el presidente del país, Raúl Castro, fue transformada en un museo en 2002, pero apenas recibe un puñado de turistas, quienes hacen el viaje de dos horas desde la ciudad de Santiago de Cuba a través de carreteras en mal estado y taxis de la era soviética.

"Ojalá que ahora vengan más turistas, se necesita", dijo Aurelio Almenare, un agricultor de 75 años que regresaba de la faena diaria, mientras detrás de él pasaba una carreta tirada por un caballo, el medio de transporte más común en Birán.

Almenare, quien conoció a Castro cuando era un niño, contó que Cuba mejoró ostensiblemente y Birán entró en el radar gracias al líder revolucionario, aunque lamentó que sus restos no fueran enterrados en el pueblo, como los de sus padres y hermanos.

La casa de los Castro fue remozada hace 14 años para convertirla en museo, pintaron sus paredes, podaron la maleza, tapizaron los muebles y empezaron a cobrar para entrar, pero lo inhóspito del lugar ha hecho difícil el crecimiento de visitas.

"Fidel no ha apoyado a su pueblo natal; aquí no hay nada", se quejó un campesino que no quiso dar su nombre. "Las vías están en mal estado, así nadie va a querer venir".

Fidel Castro nació en 1926. Su padre, Ángel Castro, fue un inmigrante gallego que se asentó en el lugar para dedicarse a la agricultura en sus más de 11 mil hectáreas de tierras. Su madre, Lina Ruz, quien se casó a los 19 años, era prácticamente analfabeta y se dedicaba a las labores domésticas.

Su hermano paterno Martín Castro, quien aún vive en Birán a alrededor de un kilómetro del museo, recuerda que, de pequeño, su medio hermano Fidel ya practicaba su puntería cazando pájaros con un rifle, como se puede apreciar en una foto que aún cuelga en la casa-museo donde posa con el arma cuando joven.

"Creo que estaba entrenando para el asalto al (cuartel) Moncada", dijo el hombre de 87 años, sentado en el porche de su humilde casa meciéndose en su silla.

"Nunca le dijo a nadie los planes que tenía. Creo que temía ser descubierto o que papá lo reproche".

A unos 80 kilómetros de Birán, Fidel y su grupo de barbudos guerrilleros lanzaron un fallido ataque al cuartel Moncada en 1953 que marcó el inicio de una revolución que seis años después terminaría con el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista.

A pesar de que algunos historiadores aseguran que Castro fue picado por el bicho revolucionario cuando cursaba la universidad en La Habana, Martín está seguro que ese gen nació en Birán.

Quizá fue su padre de quien Castro heredó la vena socialista al verlo construir instalaciones con techos rojos y paredes amarillas que perduraron hasta hace unos años y donde se les brindaba salud, educación, comida y recreación gratuitas a sus obreros.

Pero al tomar el poder y lanzar una revolución agraria, ni la tierra de sus padres se salvó y, de hecho, fue la primera que Castro nacionalizó, reduciéndola a apenas 26 hectáreas.

A pesar de no haber sido tan apegados, su medio hermano confesó que le afectó su muerte y que lo recuerda con cariño.

"Como buen gallego, Fidel era atravesado, terco", dijo en alusión a los genes del padre de ambos.

"Pero eso le sirvió para hacer lo que hizo por Cuba a pesar de las dificultades".

"Aquí en Birán cambió todo con la revolución, antes no había ni un médico, ahora hay 60. Antes habían cuatro maestros, ahora hay más de 100", añadió con una amplia sonrisa. 

 

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