Opositores nicaragüenses se movilizaron este miércoles 17 de abril en la ciudad de Managua para protestar por la represión y detenciones sufridas en el último año, desde el inicio de las manifestaciones contra el gobierno de Daniel Ortega, pese a que la policía les impidió marchar y realizó nuevos arrestos.
La jornada, en la que al menos 67 manifestantes fueron detenidos, se dio en momentos en que Estados Unidos aumentó también su presión sobre el gobierno con nuevas sanciones del Departamento del Tesoro contra Laureano Ortega Murillo, hijo del mandatario y la vicepresidenta Rosario Murillo.
El hijo de Ortega es el segundo miembro del clan familiar objeto de sanciones, además de Murillo y otros cinco allegados al gobernante.
“Libertad para los presos políticos”, “democracia sí, dictadura no”, “el pueblo unido jamás sera vencido”, gritaron manifestantes en grupos dispersos sobre la ruta donde inicialmente se iba a realizar la marcha “Todos somos abril” para conmemorar el aniversario del estallido de protestas que piden la salida de Ortega.
Los manifestantes, en grupos de entre 100 y 200 personas, quedaron atrapados en varios puntos por antimotines y fuerzas especiales de la policía que mostraban sus fusiles y hacían sonar las sirenas de las patrullas.
Uno de los puntos donde se concentró la tensión fue en los alrededores de la Catedral de Managua, donde cientos de manifestantes buscaron refugio para evitar ser arrestados.
Al menos 67 personas fueron detenidas en la capital. Entre ellos, el periodista Abixael Mogollón, de la plataforma digital Artículo 66, mientras hacía una transmisión en vivo, según datos de la Articulación de Movimientos Sociales.
Seis ya fueron liberadas, incluido Mogollón, indicaron los opositores. La policía aún no se ha pronunciado.
“Hemos visto un despliegue policial desproporcionado, no nos han dejado ejercer nuestro derecho a la manifestación”, dijo el dirigente estudiantil Max Jerez.
“No nos vamos a inmovilizar por el miedo porque no podemos. Hace un año fuimos protagonistas en la calle y vamos a salir nuevamente”, dijo a la AFP la universitaria Dolly Mora, de la coalición opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, que organizó la protesta.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que agrupa a empresarios, estudiantes y la sociedad civil, rechazó “el asedio” policial a manifestantes y consideró que “entorpece una salida pacífica y democrática a la crisis”.
Además juzgó que impedir la marcha fue una reacción de Ortega a las sanciones de Estados Unidos.
La agrupación, que ha sostenido negociaciones con el gobierno, dijo en un comunicado que “las sanciones son solo una reacción ante la represión y los reiterados incumplimientos (del gobierno). Evitarlas está en las manos de quienes deben liberar a los presos políticos y liberar de su represión a Nicaragua”.