La oposición venezolana se movilizó este sábado 17 de junio en la ciudad de Caracas, con menos fuerza que en semanas anteriores, en lo que denominó "gran marcha de la fe".
Tras dos meses y medio de protestas que dejan al menos 68 muertos, unas 2 mil personas se reunieron en una importante avenida del este de la capital para pedir "por la paz" en el país, afectado por una fuerte tensión política y graves problemas económicos.
Varias mujeres caminaban con cruces de flores de colores; otras sostenían rosarios o carteles con letras que formaban la frase: "Basta de división, queremos lo mismo".
Los opositores, que exigen elecciones generales para la salida anticipada del presidente socialista Nicolás Maduro, hicieron oraciones de distintas religiones pidiendo la unión de los venezolanos y el cese de la "represión".
"En Venezuela hay todo tipo de creencias que pueden funcionar juntas (...). Venezuela unida puede combatir la oscuridad. Puede haber algo de cansancio y miedo, pero la represión debe traernos a la calle a demostrar que somos más", dijo a la AFP Carolina Figueredo, abogada de 53 años.
"Estamos aquí para que cese esta represión, esta situación tan crítica que vivimos hace 80 días (...). Que juntos todos oremos para salir de esta situación", indicó a su vez Karina, abogada de 32 años.
Los adversarios de Maduro también rechazan una asamblea constituyente convocada por el mandatario, cuyos integrantes serán elegidos el próximo 30 de julio, por considerar que con ella solo busca perpetuarse en el poder.
Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento de mayoría opositora, admitió que las manifestaciones han perdido fuerza en los últimos días, pero confió en que al anunciar al país un "nuevo plan de protestas para impedir la constituyente" retomarán fuerza.
"No tengo dudas de que cuando lo anunciemos (...) todo el país se unificará en una gran jornada de protesta que no parará hasta lograr la libertad", dijo a la AFP, y anunció una marcha hasta el poder electoral el lunes.