El Partido de los Trabajadores (PT) lanzó este jueves 25 de enero la precandidatura de Lula de cara a las elecciones de octubre, intentando cerrar filas en torno a su líder histórico condenado la víspera a 12 años de cárcel.
"Estamos aquí para reafirmar la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva. Será nuestro candidato", dijo la senadora Gleisi Hoffmann, presidenta de la mayor fuerza de izquierda de Brasil, en la apertura de una reunión de la directiva del PT en Sao Paulo.
Lula, de 72 años, llegó al edificio de la Central Única de Trabajadores (CUT), sede de la reunión, acompañado por la exmandataria Dilma Rousseff, su ahijada política destituida en 2016, en el mayor de los muchos reveses que sufrió el partido en los últimos años. Un afiche gigante en la puerta definía el tono de la reunión: "En defensa de la democracia y de Lula".
Adentro, los partidarios se apiñaban y cantaban "Lula guerrero, del pueblo brasilero". "La decisión de ayer fue política. Obviamente que no estoy feliz. Pero dudo que quienes me juzgaron tengan la conciencia tranquila", afirmó Lula, que libra uno de los combates más difíciles de su vida y ostenta la contradictoria posición de ser el candidato favorito y uno de los que más rechazo genera entre los brasileños.
"Sin arrogancia, quiero decirles que quiero ser candidato, para ganar las elecciones. ¡Nada de bajar la cabeza!", agregó el exdirigente sindical, que en su infancia fue lustrabotas y perdió tres elecciones antes de ser elegido por dos mandatos consecutivos (2003-2010).
Un tribunal de apelación ratificó el miércoles la condena de Lula por corrupción pasiva y lavado de dinero y aumentó su pena de prisión a 12 años y un mes (en primera instancia, era de nueve años y medio). Según los jueces, el expresidente era propietario de hecho de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá (Sao Paulo) recibido de la constructora OAS a cambio de su mediación para obtener contratos en Petrobras.
Lula enfrenta otros seis procesos judiciales, pero se declara inocente en todos y denuncia una ofensiva judicial para impedir el retorno del PT al poder. El fallo incrementó la incertidumbre sobre el destino político inmediato de la mayor economía latinoamericana. La designación de Lula como postulante a la jefatura de Estado es por el momento simbólica, ya que las leyes electorales solo habilitan a los partidos a inscribir a sus candidatos a partir del 20 de julio. Y pese a disponer de varios recursos para apelar la sentencia, su condena en segunda instancia puede bloquear su candidatura.
Histriónico y luciendo algo demacrado, Lula abrió su discurso hablando sobre Jesús y criticando a los jueces por haberse "comportado como si fueran dirigentes de un partido político". Después, anunció que viajará a Etiopía por la noche para participar de una cumbre donde se abordará la erradicación del hambre en el continente.