Mañana los ciudadanos estadounidenses votarán para elegir un nuevo presidente y el resultado de esos comicios podría definir la relación entre Estados Unidos y Panamá durante los próximos cuatro años.
La pugna para ocupar el puesto que hoy desempeña Barack Obama está entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump.
La campaña presidencial de ambos candidatos se ha centrado en la inmigración y el comercio, temas que han despertado el interés y hasta preocupación de politólogos, catedráticos, abogados, economistas y diplomáticos.
Son variadas las opiniones de estos expertos, sin embargo, concuerdan en que sin importar quién quede electo como presidente le corresponderá a Panamá defender sus intereses y continuar manteniendo relaciones diplomáticas cordiales.
Para el politólogo Richard Morales, está será la primera vez en décadas que hay divergencias tan marcadas en política exterior entre candidatos a la presidencia en Estados Unidos.
“Hillary Clinton ha manifestado abiertamente su intención de profundizar los lazos con la región e impulsar una agenda de libre comercio, en forma reminiscente incluso del difunto Alca, lo cual en el caso de Panamá pudiera ser beneficioso para los sectores importadores de bienes del mercado estadounidense, pero a la vez puede ser indicativo de un mayor intervencionismo en nuestra política interna y economía, con la ampliación de la ya histórica dependencia respecto a ese mercado y la continuación del colapso de los sectores productivos del país, quienes han sido golpeados por el tratado de libre comercio y la agenda de libre, pero desigual, comercio”, explicó.
En cuanto a Trump, indicó que a pesar de que este candidato no ha esbozado una posición coherente respecto a la región, se ha mostrado partidario de medidas económicas proteccionistas, lo que pudiera ser “una oportunidad para que Panamá empiece a mirar más hacia los vecinos del sur, diversificando la economía”.
No obstante, resaltó el hecho de que no se puede obviar las declaraciones “temerarias” de Trump sobre tomar el Canal de Panamá, por lo que consideró que el istmo deberá prepararse para defender su soberanía.
El pasado 19 de octubre, la Asociación de Egresados del Incae, con el auspicio de la Apede, llevó a cabo un evento en el cual el profesor Arturo Cruz y el ingeniero y exadministrador de la Autoridad del Canal de Panamá Alberto Alemán Zubieta trataron el tema.
Ambos coinciden en que independientemente de quién gane las elecciones se ha sembrado la semilla al pueblo estadounidense de preocupación de que muchos puestos de trabajo los están ocupando inmigrantes dentro de su país y que además muchos puestos de trabajo de empresas norteamericanas se están generando fuera de sus fronteras. Explicaron que ello quizás pudiera generar menos apertura con América Latina a futuro.
Por su lado, la Apede consideró que el resultado de los comicios es una decisión plena y soberana que solo les atañe al pueblo norteamericano y se debe respetar, no obstante, aclaró que la Cancillería panameña debe siempre mantener relaciones diplomáticas cordiales y de respeto mutuo entre ambas naciones, tal y como lo ha venido haciendo.
‘EL MARTINELLI GRINGO’
Raúl González, profesor de derecho de la Universidad de Panamá, acotó que para los países como Panamá “que tienen gobiernos dóciles a las políticas neoliberales y aliados incondicionales de Estados Unidos”, siempre hay serias amenazas de que independientemente de quién gane las elecciones, los Estados del norte apliquen sus políticas expansionistas y de expoliación de los recursos de Panamá.
“De ganar Hillary, la favorita del sistema, Estados Unidos continuará con las guerras que ella misma avaló como secretaria de Estado, con el peligro de que declare otras, o lleve a cabo acciones armadas contra otros países, incluyendo nuestra región, afectando la economía mundial o local... Panamá, que depende del comercio internacional y sobre todo del comercio marítimo, se vería más afectada, considerando que los ingresos del Canal, después de la ampliación, han mermado notablemente”, dijo.
“En el caso del señor Trump, el Martinelli gringo, racista y abierto enemigo de los latinos, incontrolable para los poderes económicos, sería capaz de desatar graves conflictos internacionales, sin medir consecuencia alguna”, agregó González.
‘PANAMÁ LES IMPORTA POCO’
Para Eduardo Morgan, quien fungió como embajador en Washington en 1996, Estados Unidos se concentra solo en su imperio, por lo que aseguró que a ellos “les importa muy poco Panamá”.
Aun así, Morgan enfatizó en que Panamá deberá defender sus derechos y exigir respeto por sobre todas las cosas.
“El gringo respeta mucho el concepto de fair play (juego limpio), pero si por miedo no le decimos que nos están perjudicando, estamos perdidos”, dijo Morgan.
EXTRADICIÓN DE MARTINELLI
La Cancillería panameña formalizó en el mes de septiembre de este año la solicitud de extradición del expresidente Ricardo Martinelli ante el Departamento de Estado de Estados Unidos, como parte del proceso que se le sigue al exgobernante en la Corte Suprema de Justicia por supuestamente ordenar escuchas telefónicas durante su mandato.
Solicitud que el Departamento de Estado aún no se manifiesta, por lo que se debe plantear qué pasaría con este proceso luego de las elecciones.
Para Marco A. Gandásegui, profesor de sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA, toda solicitud de extradición es política. “El Gobierno panameño ha intentado presentar la petición jugando una carta jurídica. La solicitud tiene que demostrarle a Estados Unidos las ventajas políticas de enviar a Martinelli a enfrentar la justicia panameña”, indicó.
Gandásegui explicó que Trump se considera un hombre de negocios de excepcionales habilidades. “Es capaz de hacer tratos con los enemigos del establishment de Estados Unidos o con los bancos si representan un buen negocio”.
En el caso de Hillary, dijo que todo indica que será más “dura” en política exterior que Obama.
“¿Qué quiere Trump a cambio de la extradición de Martinelli? Sabemos que está dispuesto a realizar un buen negocio. Hillary subordinaría su disposición a entregar a Martinelli si contribuye a debilitar aun más la institucionalidad política de Panamá. El establishment (del cual Hillary es una buena representante) sabe negociar según sus mejores intereses a mediano y largo plazos. Trump negociaría según el mejor trato que presenta la coyuntura”, agregó el profesor.
El politólogo Roko Zetka enfatizó que la extradición de Martinelli no debe concluir con la simple entrega de la solicitud de extradición a las autoridades estadounidenses, sino por el contrario, el Estado panameño tendrá que hacer una asignación sustancial de recursos para acompañar este proceso.
Mientras que para el exembajador Morgan esta extradición no será fácil de conseguir. “Los imperios tienen sus propios intereses y hay que reconocer que Martinelli se portó bien con ellos... ”, dijo.