Cuando la crisis humanitaria en Venezuela está en su punto más dramático, con una terrible escasez de bienes de primera necesidad, incapaz de controlar la inflación, el papa Francisco volvió a referirse a la situación del país.
Lo hizo para desear que las próximas elecciones presidenciales, que deberían celebrarse a principios de este año, cumplan con las condiciones necesarias para lograr “dar inicio a la solución de los conflictos existentes”.
El pontífice, que sigue al detalle la desgarradora actualidad de Venezuela declarado en default por la agencia Standard & Poor's tras el impago de 183 millones de dólares en dos bonos de deuda vencidos, invitó a “responder sin demora a las necesidades primarias de la población”.
En su tradicional reunión anual con los embajadores acreditados en la Santa Sede, lamentó que Venezuela esté atravesando “una crisis política y humanitaria cada vez más dramática y sin precedentes”.
“La Santa Sede, mientras que exhorta a responder sin demora a las necesidades primarias de la población, desea que se creen las condiciones para que las elecciones previstas durante el año en curso logren dar inicio a la solución de los conflictos existentes, y se pueda mirar al futuro con renovada serenidad”, agregó.
En su mensaje de Navidad del pasado 25 de diciembre, el pontífice ya había auspiciado que se retomase “un diálogo sereno entre los diversos componentes sociales por el bien de todo el querido pueblo venezolano”.
Sin embargo, las conversaciones iniciadas el pasado septiembre en República Dominicana entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición al chavismo, siguen sin avances claros. El intento de diálogo se retomará el próximo jueves.