El papa Francisco introdujo un nuevo proceso legal para apartar de su cargo a los obispos que gestionen mal los casos de abusos sexuales, señalando que podrán ser destituidos si el Vaticano determina que fueron negligentes en su trabajo.
La ley publicada este sábado 4 de junio responde a una antigua demanda de las víctimas de abusos y sus defensores, que reclamaban que se exigieran responsabilidades a los obispos por no proteger a sus congregaciones de los pedófilos.
Las víctimas han acusado desde hace tiempo a los obispos de ocultar los abusos y trasladar a los agresores de parroquia en parroquia en lugar de reportarlos a la policía.
En las nuevas normas, Francisco admite que la ley canónica ya permitía destituir a un obispo por negligencia. Sin embargo, señaló que quería ser más preciso al definir los "motivos graves" que pueden costarles el puesto.