Investigadores dijeron en una carta dirigida al Departamento de Justicia que información secreta gubernamental quizá estuvo en riesgo en el servidor privado de Hillary Rodham Clinton, circunstancia que pone de relieve una realidad ineludible en la campaña de la precandidata presidencial: los correos electrónicos son para siempre.
Clinton, exsecretaria de Estado y ahora la principal aspirante a la candidatura presidencial demócrata, desea concentrarse en los temas económicos que ella y su equipo de campaña consideran serán los dominantes en las próximas elecciones.
Pero no ha logrado escapar totalmente a las dudas surgidas en torno a su decisión de manejar su correspondencia del Departamento de Estado con un sistema inseguro instalado en su casa en Nueva York.
El inspector general de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos alertó recientemente al Departamento de Justicia sobre la posibilidad de que se hubiera comprometido información secreta mediante el servidor privado de Clinton.
El inspector general también envió un memorando a miembros del Congreso en el que afirma que había identificado "cientos de correos clasificados" entre los 30 mil mensajes que Clinton envió al Departamento de Estado, una preocupación que la oficina del inspector general dijo haber planteado a las autoridades de contrainteligencia del FBI.
En un comunicado, el inspector general I. Charles McCullough, y su colega del Departamento de Estado, Steve Linick, dijeron que el despacho de McCullough encontró cuatro correos electrónicos que contienen información clasificada en una muestra simple de 40 mensajes.
"Esta información secreta jamás debió ser transmitida por un sistema personal carente de seguridad", dijeron ambos funcionarios.Para Clinton, esta noticia representó una gran distracción en una jornada en la que pretendía anunciar un nuevo plan de políticas económicas.
En su lugar, Clinton comenzó su discurso en la ciudad de Nueva York precisamente abordando la controversia y señalando como inexactas algunas versiones.
Algunos medios de prensa informaron inicialmente que el Departamento de Justicia había recibido una solicitud para que considerara una investigación penal sobre si la precandidata manejó indebidamente sus correos electrónicos.
"Todos debemos rendir cuentas al pueblo estadounidense para que se conozcan los hechos con precisión, yo haré mi parte, pero también mantendré la atención en los problemas", agregó.Se desconocía de inmediato si el Departamento de Justicia investigaría la posible situación de riesgo expuesta por el inspector general.