Al menos 46 periodistas han sido asesinados en Colombia desde 1992 en crímenes relacionados directamente con su oficio, de acuerdo con un informe del CPJ. Tres de estas muertes se registraron desde que Santos asumió como presidente en 2010.
En la edición de 2013 del índice de impunidad que elabora anualmente el comité, Colombia se ubicó octavo, con 0.126 muertes de periodistas sin resolver por millón de habitantes. En primer lugar del índice se ubicó Irak, seguido de Somalia, Filipinas, Sri Lanka, Siria, Afganistán y México. Brasil, en la posición 11, es el otro país latinoamericano que integra la lista.
Durante la reunión entre Santos y una delegación de la CPJ y la FLIP, el presidente colombiano señaló combatir la impunidad "sería una prioridad en mi administración". "Yo he abogado por la libertad de prensa durante más de 40 años y me importa profundamente este tema", señaló en el encuentro, que tuvo lugar el pasado martes en la residencia del mandatario, conocida como Casa del Nariño.
El presidente de la Comisión de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Claudio Paolillo, manifestó recientemente en una entrevista que en los últimos 27 años el crimen organizado ha matado a unos 500 periodistas, y que el 99% de estos casos queda en la impunidad.
El periodista uruguayo continuó, y advirtió del alcance de estos crímenes: “El asesinato del periodista es horrible por la muerte de una persona, pero es más horrible porque mata no solo al periodista, mata una idea, información, una opinión que después no va a ser dicha ni escrita por los colegas, salvo que sean héroes, porque si no los matan a ellos. El combustible para que eso siga pasando es la incapacidad absoluta de los Estados latinoamericanos en general para dar con el paradero de los autores materiales o intelectuales de los asesinatos".