El príncipe Carlos recorrió este lunes 25 de marzo las calles de La Habana Vieja, plaza británica hace 257 años, en su segundo día de visita en Cuba, donde tiene previsto reunirse con el presidente Miguel Díaz-Canel.
Acompañado de su esposa Camila, duquesa de Cornualles, el heredero de la corona británica fue acompañado por el historiador de La Habana Eusebio Leal, quien hizo las veces de guía turístico.
Bajo el calor isleño, Carlos llevaba un fresco traje gris claro y Camila, quien aplacaba el sol voraz con una sombrilla, un vestido azul celeste.
En la calle Mercaderes, frente al Colegio Universitario San Gerónimo, ambos develaron una estatua del dramaturgo William Shakespeare.
La Habana fue una plaza británica en 1762, antes de que la corona decidiera cambiarla por Florida a España.
Se trata de “un momento histórico para los dos países”, dijo la embajada británica en su cuenta de Twitter.
Díaz-Canel saludó la visita. “Cuba da la bienvenida al príncipe Carlos y a su esposa, la duquesa Camila de Cornualles. Nos honra recibirlos y mostrarles con orgullo la nación que somos”, escribió en Twitter.
“Hoy les recibiré y sostendremos conversaciones. La visita expresa el buen estado de nuestras relaciones”, agregó el mandatario, quien sucedió en abril de 2018 a Raúl Castro.
No está prevista ninguna entrevista con Raúl Castro, que encabeza el único y gobernante Partido Comunista de Cuba.
Carlos y Camila iniciaron el domingo la primera visita oficial de la familia real británica a la isla socialista colocando ofrendas florales ante el monumento del héroe nacional José Martí.