El dirigente opositor Henrique Capriles fue repelido este martes 7 de junio por guardias nacionales y policías que lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma cuando junto con políticos y cientos de manifestantes intentaban ingresar a la principal autopista de Caracas para marchar hacia la sede del Consejo Nacional Electoral.
Ante la acción de los cuerpos de seguridad Capriles y sus seguidores se retiraron del lugar sin cumplir su objetivo de llegar al organismo para exigir a las autoridades electorales que inicien la validación de 1.8 millón de firmas que respaldan el referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro, proceso que aseguran se ha retrasado más de un mes.
Horas antes, el dirigente y cientos de seguidores también habían sido rociados con gas pimienta por policías nacionales cuando trataron de avanzar por una avenida del oeste de la ciudad hacia la céntrica sede del Consejo.
“Nosotros vamos a seguir. Vamos a ir todas las veces hasta que el CNE (Consejo Nacional Electoral) entienda que tiene que respetar el artículo 72 de la Constitución”, dijo Capriles a la prensa.
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El dirigente cuestionó la decisión del gobierno de enviar a las calles a cientos de policías nacionales y guardias nacionales, con equipos antimotines, para evitar el avance la movilización y dijo que éste es “un ejemplo del diálogo del gobierno” en alusión a la iniciativa que impulsan los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá con el apoyo de Unasur para un eventual acercamiento entre el Ejecutivo y la oposición.
Los exmandatarios tuvieron entre el 27 y 28 mayo encuentros por separado con representantes del gobierno y la oposición en República Dominicana. Medios locales informaron que Rodríguez Zapatero se reunió el 3 de junio nuevamente con opositores en la capital venezolana.
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) urgió el martes a los opositores a dar continuidad a las reuniones exploratorias para activar un gran diálogo nacional luego de que la oposición no acudió a una reunión en República Dominicana que habían programado los expresidentes, a la que asistió la delegación del gobierno.
La coalición Mesa de la Unidad Democrática planteó como exigencias para ir a un eventual diálogo la realización del referendo revocatorio este año y la liberación de más de 70 personas a las que considera “presos políticos”.
Las autoridades han descartado que el referendo contra Maduro pueda darse este año y han acusado a la oposición de promover un complot contra el gobierno para derrocarlo.
El presidente venezolano la ha acusado incluso de utilizar las movilizaciones para generar violencia en las calles.