La juez de las investigaciones preliminares del Tribunal de Nápoles, Giovanna Ceppalloni, retrasó la apertura del juicio oral hasta el próximo 29 de enero en el caso sobre el presunto desvío de 20 millones de dólares en la frustrada construcción de cuatro cárceles modulares en varias localidades de Panamá por parte del consorcio italiano Svemark.
Los procesados por este caso son Valter Lavítola, supuesto “director” de las operaciones corruptivas entre los privados y el Gobierno de Panamá; Angelo Capriotti, socio del consorcio Svemark; Paolo Passalacqua, responsable y representante legal de Precetti Spa., empresa suministradora de componentes de las cabinas navales de barcos, que formaba parte del consorcio Svemark y Claudio Fagiano, agente en Panamá del consorcio Svemark.
Sin embargo, sólo se ha podido notificar a los dos primeros imputados. Hasta el momento ha sido imposible para las autoridades italianas localizar a Passalacqua y Fagiano ya que se ignora su paradero.
En caso de que continúen sin poder comunicarles legalmente las diligencias previas el caso continuará contra Lavítola y Capriotti. En un segundo momento procesal se añadiría, en caso de notificación, las imputaciones de Passalacqua y Fagiano. En este proceso también se dirime la responsabilidad administrativa de las empresas Consorcio Svemark y consorcio SVE que debían construir las cárceles modulares en Panamá.
Los fiscales concluyeron hace más de tres años la fase de instrucción, pero la lenta burocracia judicial en el país transalpino ha retrasado el envío a juicio. Nuevamente, en este proceso la parte pasiva de la corrupción (los receptores de las coimas) –que por competencia territorial no puede ser juzgada en Italia– presuntamente vincula al expresidente Ricardo Martinelli y a otros funcionarios panameños.