La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) respondió a la canciller venezolana Delcy Rodríguez, luego de que acusara a la prensa de incitar al odio y tergiversar la cobertura sobre el conflicto limítrofe entre Colombia y Venezuela, señalando que "su gobierno, agresor permanente de la libertad de expresión, no tiene autoridad legal ni moral para marcar pautas de conducta a la prensa".
Por su parte, el presidente de la SIP, Gustavo Mohme, indicó que tal acusación por parte del Gobierno venezolano, “desnudó una vez más a un régimen que siempre responsabiliza y busca de chivo expiatorio a los medios y periodistas o factores externos sobre los problemas que generan sus propias acciones”.
De igual forma, Claudio Paolillo, director del semanario uruguayo Búsqueda, dijo que "resulta inconcebible que un régimen que desde hace ya demasiados años es un enemigo declarado de las libertades de expresión y de prensa se presente ante la opinión pública y, suelto de cuerpo, pretenda impartir normas de conducta para los medios de comunicación y periodistas de otro país".
"Da la impresión de que el Gobierno venezolano cree que puede hostigar y acosar a medios y periodistas no solo dentro de su territorio (cosa que ya hace con todo entusiasmo) sino también fuera de él. Sus jerarcas han perdido todos los estribos y consideran que están en condiciones de hacer lo que les venga en gana en el resto de la región", afirmó Paolillo.
El pasado miércoles, en una reunión entre Rodríguez y su homóloga colombiana María Ángela Holguín, la canciller responsabilizó a los medios de Colombia de exagerar la crisis de derechos humanos que desde hace una semana se viene registrando en la frontera bilateral. “Hemos desmontado las mentiras de los medios de comunicación. Ante la falacia mediática se impone la realidad”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decretó a finales de la semana pasada un estado de excepción por 60 días luego de un ataque de desconocidos en la zona fronteriza que dejó a tres militares venezolanos y a un civil herido.