Enfurecidos pobladores de la comunidad turística de Catemaco (este de México) protagonizaron por segundo día enardecidas protestas durante las cuales saquearon e incendiaron la alcaldía y una patrulla para exigir la aparición con vida de un sacerdote, quien se teme fue secuestrado.
Luego de que por la mañana decenas de personas irrumpieron en la la alcaldía para causar daños materiales mientras que en la calle incendiaron una patrulla, al caer la noche las protestas arreciaron y prendieron fuego a una parte de las instalaciones.
"Al ver que no hay resultado en las investigaciones (por la desaparición del sacerdote) regaron combustible y le prendieron fuego esta noche al palacio municipal de Catemaco", dijo a la prensa el padre Aarón Reyes, vocero de la Diósecis de San Andrés Tuxtla.
El sacerdote desaparecido es José Luis Sánchez Ruiz, presumiblemente secuestrado en su iglesia ya que las puertas del templo fueron abiertas "de manera violenta", según un comunicado de la Diócesis.
Pero Reyes dijo que quienes protagonizan estas violentas acciones son "personas ajenas a la iglesia que han tomado la desaparición del padre José Luis Sánchez como motivo para protestar".
El alcalde de Catemaco, Jorge González Azamar, denunció que los manifestantes también irrumpieron en su casa y "se robaron juguetes, ropa, mis televisores y hasta el papel de baño".
Se reportaron saqueos en otros puntos de este poblado convertido en atractivo turístico por la presencia de brujos y curanderos que realizan sobre todo las llamadas "limpias" para ahuyentar, sostienen, a los malos espíritus. Sánchez Ruiz, de 54 años, en sus sermones habría denunciado la situación de inseguridad en Catemaco, en el estado mexicano de Veracruz, lo que en meses anteriores le valió "amenazas", según otro sacerdote que pidió el anonimato por razones de seguridad.
La noche del viernes, los pobladores protagonizaron también protestas y cerraron carreteras de la zona.En septiembre tres sacerdotes católicos fueron asesinados en la misma semana: dos en Veracruz y otro en Michoacán (oeste).La violencia contra miembros de la Iglesia católica en México se ha multiplicado en los últimos años. Suman al menos 15 sacerdotes, un seminarista y un sacristán asesinados, según recuentos del Centro Católico Multimedial, que monitorea la violencia contra los clérigos.
Veracruz, donde actúan cárteles de las drogas, es considerado uno de los más violentos estados de México, con cotidianos asesinatos y secuestros.