El rumbo de las pesquisas de la operación judicial Lava Jato deja en el aire una pregunta inquietante: ¿qué contrapartida se llevó Odebrecht al hacerle pagos a João Santana, el hombre que tejía a la sombra el mapa político de Latinoamérica.
Según el Ministerio Público de Brasil, Santana recibió entre 2012 y 2013 $3 millones provenientes de compañías offshore vinculadas a Odebrecht.
Responsable de la campaña electoral de José Domingo Arias, candidato del oficialista partido Cambio Democrático, Santana y su esposa y socia, Mónica Moura, crearon un entramado societario que, en opinión de los investigadores, tenía fines ilícitos.
El supuesto emplazamiento ilegal giraba en torno a la empresa offshore panameña Shellbil Finance, S.A., que sirvió de motor de operaciones para canalizar el dinero.
La Policía Federal de Brasil descubrió movimientos financieros sospechosos del Partido de los Trabajadores (PT) después de que el estratega político ayudara a catapultar a Luiz Inácio Lula da Silva a la Presidencia de Brasil.
Pero el mayor hallazgo de estas investigaciones ocurrió en febrero de 2015, en la residencia del ingeniero Zwi Skornicki, cuyo patrimonio se multiplicó por 35 en solo 10 años.
La Policía Federal encontró el documento que prueba pagos de Odebrecht a Santana. Se trata del contrato de consultoría, presuntamente falso, firmado entre la offshore panameña Shellbil Finance, S.A., propiedad de Santana, y la sociedad Klienfield Service Ltd., otra offshore con sede en Suiza, usada por Odebrecht para el presunto pago de coimas.
Según los documentos del Ministerio Público Federal, Santana y su esposa transfirieron fondos de cuentas en Nueva York y Londres, ligadas a Shellbil Finance, S.A., y a otras sociedades, por $2 millones 786 mil 581. Solo en Panamá movieron fondos presuntamente ilícitos por más de $1 millón entre agosto de 2010 y agosto de 2012.
Los traspasos se realizaron a las offshore panameñas Tacy Ventures Group Inc., Glasston Investor, S.A. y Panamá New Hope Trading International Corp., por $1.3 millones.
Además, transfirieron $200 mil en 2011 a la empresa brasileña Silvana Lagnado Hucke; y en diciembre de ese año recibieron $480 mil de Cic Consortium of International. También hicieron un depósito de $70 mil en 2012 a la offshore de Delaware (Estados Unidos) Trend Investment, y ese mismo día transfirieron $160 mil a la empresa de Bahamas Nebadon.
Tres días después, depositaron a nombre de la offshore Hatley Trading Assets $545 mil dólares.
En abril de 2013, transfirieron a la offshore canadiense Kistrey Trading $581 mil. También hubo otro depósito a favor de Arlington Management Corporation por $1 millón 800 mil, en junio de 2014.
Para los fiscales, Marcelo Odebrecht no solo “tenía pleno conocimiento” de este plan construido, según ellos, con expedientes fraudulentos, falsas facturas y contratos de consultoría simulados, sino que era él quien los encargaba. Cuando la Policía Federal lo detuvo en junio pasado, encontró en su teléfono pruebas que apuntan a su dominio completo en estos pagos, que los fiscales sospechan que se trataba de coimas.
Asimismo, los fiscales investigan 23 viajes que hizo a Panamá Luiz Eduardo Soares da Rocha, exejecutivo de Odebrecht que, como Fernando Migliaccio Da Silva –arrestado el pasado martes en Suiza– controlaba cuentas bancarias que, en su caso, estaban vinculadas a Klienfeld Services Ltd. y Constructora Internacional del Sur, las cuales ejecutaban “pagos escondidos en el extranjero por orden del Grupo Odebrecht”. Soares da Rocha, que huyó de Brasil tras ser detenido Marcelo Odebrecht, aparece en documentos requisados a este último, con las iniciales LE.
—Marcello Odebrecht: “HS/LE. ¿Cómo están?, ¿van ya para fuera?”.
—Marcello Odebrecht: “HS y equipo: cierren todas las cuentas que estén bajo riesgo. Hay que proteger a nuestros socios sin que aparezcamos nosotros”. Las siglas HS corresponden a las iniciales de Hilberto Silva, otro funcionario de Odebrecht que debía gestionar las cuentas cifradas.
Los investigadores, concretamente, examinan el viaje que hizo Soares da Rocha a Panamá del 5 al 8 de noviembre de 2014, “lugar en el que se mantenían ingentes cantidades de dinero en bancos a nombre de las empresas offshore utilizadas por el Grupo Odebrecht”, según el sumario.