El número de fallecidos por un ataque presumiblemente realizado con armas químicas en una localidad del norte de Siria subió a 86, de acuerdo con un grupo de monitoreo sirio, mientras que activistas y rescatistas encontraron más sobrevivientes aterrorizados escondidos en refugios cerca del lugar del desgarrador ataque, uno de los más letales de la cruenta guerra civil siria.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña dijo el martes que entre las víctimas había 30 niños y 20 mujeres.
Según un grupo opositor, nuevas operaciones aéreas alcanzaron la localidad de Khan Sheikhoun, un día después del ataque que el gobierno de Estados Unidos atribuyó al ejecutivo de Bashar Assad, diciendo que sus patrocinadores, Rusia e Irán, tienen una "gran responsabilidad moral" por la muertes.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas abordó el incidente en una reunión de emergencia el miércoles.
Mientras, representantes de 70 países asistían en Bruselas a una cumbre de donantes sobre el futuro de Siria y la región.
Además de las decenas de muertes, el ataque en Khan Sheikhoun provocó que muchas otras personas presentaran dificultades para por respirar y se convulsionaran en las calles.
Diversos videos mostraban a médicos voluntarios utilizando mangueras para retirar las sustancias químicas de los cuerpos de las víctimas.
Perturbadoras imágenes de niños muertos apilados reflejan la magnitud de la agresión, que evocó una similar de 2013 que causó centenares de fallecidos y fue la peor de las registradas en la guerra civil que dura ya seis años.
Médicos sirios dijo que la alta mortalidad y la gravedad de los síntomas se debieron a una lo que se presume es una combinación de gases tóxicos que se lanzó durante los bombardeos.
Las víctimas del ataque parecían mostrar síntomas que coincidían con la exposición a un agente nurotóxico, señaló la Organización Mundial de la Salud.
"La probabilidad de exposición a un ataque químico se ve incrementada por la aparente ausencia de lesiones externas en casos que muestran una rápida evolución de síntomas similares, como dificultades respiratorias agudas como principal causa de la muerte", indicó la agencia en un comunicado.
El papa Francisco señaló durante su audiencia general de los miércoles que está "siguiendo con horror los últimos acontecimientos en Siria" y que "condena con dureza la inaceptable masacre".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, describió antes el ataque como un acto "atroz" que "no puede ser pasado por alto por el mundo civilizado".
El ministro de Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, pidió a Rusia que apoye una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU condenando el incidente.
El secretario británico de Exteriores, Boris Johnson, declaró por su parte que "todas las pruebas" del ataque químico que vio hasta el momento "sugieren que fue el régimen de Assad... (que) lo hizo con total conocimiento de que estaban utilizando armas ilegales en un ataque salvaje contra su propio pueblo".
El gobierno sirio negó su implicación pero a primera hora del miércoles, Rusia, que es el principal aliado de Damasco, alegó que un proyectil sirio alcanzó un arsenal rebelde liberando los agentes tóxicos.
La ofensiva aérea alcanzó el miércoles zonas próximas al lugar donde se registró el presunto ataque químico, en Khan Sheikhoun, explicó Ahmed al-Sheikho, del equipo de Defensa Civil de Idlib.
No hubo víctimas porque la zona fue desalojada tras el ataque de la víspera, agregó.