Varias ciudades de Texas, en el sur de Estados Unidos, ordenaron este jueves 24 de agosto evacuaciones ante la llegada del huracán Harvey, que continuaba fortaleciéndose y podría tocar tierra el viernes convertido en una tormenta "mayor".
Las pequeñas ciudades costeras de Portland y Port Aransas serán evacuadas, mientras el alcalde de Corpus Christi, con cerca de 300 mil habitantes, exhortó a sus residentes a abandonar la urbe.
El Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, indicó poco antes de las 1:00 p.m. (17:00 GMT), que la tempestad tropical acababa de transformarse en huracán categoría 1, con vientos cercanos a los 130 kilómetros por hora y se ubicaba a más de 500 kilómetros de las costas de Texas.
Más temprano, se reportó un fortalecimiento de la tormenta, con previsiones de que se convierta en un "huracán mayor", al menos categoría 3 (de una escala de 5), con vientos de hasta 209 kilómetros por hora, y "potencialmente mortal" cuando toque tierra en Texas.
El riesgo de inundaciones sorpresivas también es importante en algunas regiones, donde se esperan hasta 76 centímetros de lluvias y el aumento de las aguas del mar se espera sea entre 1.8 y 3 metros, según la zona.
El personal y los aviones de entrenamiento en dos bases de la Marina en Corpus Christi y Kingsville, ambas en Texas, fueron evacuados, ya que ambas locaciones estarían en la ruta que haría Harvey.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, lanzó de forma preventiva alertas de desastres en una treintena de condados, explicando que la iniciativa permitiría que el estado sureño "despliegue rápidamente recursos" para los servicios de emergencia.
Las autoridades de Houston, la mayor ciudad que encontrará Harvey a su paso, a unos 30 kilómetros de la costa, por ahora no prevé ordenar evacuaciones, aunque se esperan lluvias abundantes que podrían durar cinco días. También se prevé que Harvey produzca inundaciones en Nueva Orleans, en el estado vecino de Luisiana, donde el devastador huracán Katrina causó en 2005 la muerte de más de mil 800 personas.
"Podríamos ver algunas inundaciones focalizadas", dijo el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, en una conferencia de prensa el jueves, informando además que varios equipos de rescate se preparaban para la eventualidad, aunque no se habían previsto aún evacuaciones. "Solo tenemos que asegurarnos que estamos preparados para una fuerte lluvia este fin de semana", dijo Landrieu.
Las preocupaciones en torno a Harvey también llegaron al mercado petrolero. En Nueva York el crudo cerró a la baja dado que los inversores están preocupados de las consecuencias que podría generar la llegada del huracán en las refinerías de la región de Texas.
"Las refinerías podrían ser dañadas por los vientos pero también podrían sufrir por las inundaciones e incluso cortes de energía eléctrica", dijo James Williams de WTRG Economics. "Una vez que se detiene, una refinería puede demorar hasta siete días en volver a producir normalmente", indicó.