La ministra de Interior Theresa May se perfila como la próxima primera ministra británica y, como tal, tendrá que sacar al Reino Unido de la Unión Europea (UE) en contra de su voluntad.
May quiso despejar todas las dudas en la presentación de su candidatura a sustituir a David Cameron al frente del Partido Conservador y, automáticamente, del gobierno, cuando afirmó tajantemente que “brexit es brexit” y que iba a ejecutar el mandato del referéndum del 23 de junio.
Pero May también afirmó que no activaría inmediatamente el artículo No. 50 del tratado europeo de Lisboa, que haría prácticamente irreversible la salida británica, hasta el año que viene y que las negociaciones pueden prolongarse durante años.
En cualquier caso, May, de 59 años, hija de un vicario como la dirigente alemana Angela Merkel, empezó a recibir apoyos de las primeras espadas del Partido.
“Theresa es la mejor persona para liderar nuestra salida de la UE y reducir así la inmigración y recuperar nuestra soberanía, al tiempo que protege nuestro crecimiento económico”, dijo el ministro de Defensa, Michael Fallon.
Es cierto que May se pronunció (tímidamente) a favor de la UE durante la campaña, pero también que en sus seis años al frente del ministerio del Interior puso en el centro el combate contra la inmigración irregular, algo que sintoniza bien con el campo del brexit.
May debe sus buenas perspectivas en las primarias a la espantada de Boris Johnson, que decidió no concurrir, actuando “como un general que abandona a sus hombres al llegar al campo de batalla”, en palabras de Michael Heseltine, una figura conservadora que participó en el complot que acabó con Margaret Thatcher en 1990.
Aquella “puñalada”, la de Thatcher, ha sido comparada con la que propinó a Johnson el ministro de Justicia, Michael Gove. Este había sido el escudero del exalcalde de Londres durante la exitosa campaña del brexit. Cuando parecía que el tándem iba a repetir en las primarias, Gove dio la espalda a Johnson y se presentó en solitario.
A él se le reprochaba ya haber enterrado la carrera de su “amigo” Cameron con una primera traición.
“Boris tiene cualidades formidables (...), pero, ¿puedo recomendárselo a mis amigos como primer ministro?”, dijo Gove el jueves, justificando su paso. Este viernes, explicará su programa en conferencia de prensa. El histórico conservador Ken Clarke, diputado desde 1970 y ministro en varios gobiernos conservadores, estimó que Gove no es de fiar y le pidió que se aparte y deje paso a May.
“No es muy alentador que actuara de mano derecha de Boris durante toda la campaña del referéndum” y luego lo traicionara, dijo Clarke sobre Gove.