Donald Trump criticó este lunes 18 de septiembre en su debut en las Naciones Unidas la "burocracia" arraigada en la organización que busca reformar, aunque destacó su "gran potencial", al comenzar una semana de intensos debates que incluyen la grave crisis en Venezuela.
"La ONU debe centrarse más en la gente y menos en la burocracia", y buscar sobre todo "resultados", sostuvo Trump en un breve discurso durante una reunión convocada para debatir las reformas en la ONU.
"La ONU fue fundada con metas verdaderamente nobles", dijo.
Pero "en años recientes no ha alcanzado su potencial total debido a la burocracia y a la mala administración", afirmó el magnate inmobiliario, que en el pasado la denigró como un "club para que la gente se junte, charle y pase un buen rato".
Estados Unidos es el principal financiador de la ONU, creada hace 73 años -uno antes del nacimiento de Trump- al concluir la Segunda Guerra Mundial.
Contribuye con 28.5% del presupuesto de las operaciones de paz de 7 mil 300 millones de dólares, y con 22% de los 5 mil 400 millones de su presupuesto de funcionamiento.
Pero Trump amenaza con reducir drásticamente esos fondos, lo cual para el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, crearía "un problema irresoluble" para la institución.
"Ningún Estado miembro debería cargar de manera desproporcionada con la responsabilidad, ni militarmente ni financieramente", dijo Trump el lunes, sentado entre Guterres y la embajadora estadounidense Nikki Haley.
Un total de 126 países se han sumado a una declaración impulsada por Washington que exige profundas reformas en la ONU. Haley llamó a los 67 países que aún no la han firmado a apoyarla.
Guterres, por su lado, destacó que la ONU ya trabaja en una agenda de reformas "amplias y audaces", más en función de la gente que de los procedimientos.
La embajadora estadounidense fue la gran impulsora del recorte de 600 millones de dólares al presupuesto de las misiones de paz de la ONU este año.
Trump cenará esta noche en un hotel de Manhattan con los presidentes de Panamá, Brasil, Colombia y con la vicepresidenta argentina para discutir la crisis política en Venezuela.
Los cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), incluido el canciller venezolano Jorge Arreaza -que representa a su país en la Asamblea- se reunieron también el lunes en la ONU para decidir si deben celebrar la cumbre con la Unión Europea en octubre, pero no llegaron a un acuerdo.
Doce países de la Celac, entre ellos Argentina, Brasil, Colombia, México, Chile, Panamá y Perú, pidieron en agosto en la llamada Declaración de Lima aplazar ese encuentro debido al quiebre de la democracia en Venezuela.
Varios de estos países dijeron que no asistirían a una cumbre junto a Venezuela, y la UE también estima que la cita debería "tener lugar en el momento más oportuno para tener éxito".
La Asamblea General anual de la ONU, en presencia de unos 130 líderes mundiales, comenzará oficialmente el martes, dominada también por la escalada nuclear y balística de Corea del Norte, el acuerdo nuclear con Irán y la situación de los musulmanes rohinyá en Birmania.
Además de los discursos de los líderes ante la Asamblea, los cancilleres debatirán el refuerzo de sanciones contra Pionyang por sus pruebas balísticas y nucleares, durante una reunión del Consejo de Seguridad el jueves.