El millonario Donald Trump hizo su primera aparición en la convención del partido Republicano en Cleveland, prometiendo la victoria en las elecciones presidenciales de noviembre.
"Vamos a ganar", lanzó simplemente el aspirante republicano antes de presentar a su esposa Melania, quien elogió a un hombre que "está listo para liderar" Estados Unidos.
La única hispana que subió el lunes al podio de la convención republicana exhortó al auditorio a votar por Donald Trump.
Rachel Campos-Duffy, una comentarista televisiva que se dio a conocer en el programa de MTV "The Real World", relató que sus abuelos mexicanos se establecieron en Arizona, donde su padre lustraba zapatos hasta que lanzó a los 12 años un negocio de piñatas y donde su madre aprendió inglés por su cuenta.
Narró que ambos obtuvieron títulos universitarios después de convertirse en padres.
El sueño estadounidense "es más grande y más satisfactorio que lo que cualquier burócrata jamás esperaría alcanzar", dijo Campos-Duffy al ejercer un derecho de palabra junto a su esposo, el congresista republicano Sean Duffy."Unámonos con Donald Trump y juntos hagamos Estados Unidos grande de nuevo", exclamó el representante por Wisconsin.
La convención del partido Republicano abrió bajo una ruidosa y furiosa revuelta de delegados opuestos a Donald Trump, opacando las ilusiones del magnate de alcanzar una tranquila consagración a la candidatura presidencial.
Prueba de las aún latentes divisiones en el seno del partido republicano, un escandaloso intercambio paralizó por largos minutos los debates en la Quicken Loans Arena donde se reunían cerca de 2 mil 500 delegados provenientes de 50 estados.
El explosivo magnate inmobiliario espera unificar el partido Republicano luego de meses de peleas intestinas, pero las escenas en Cleveland prometen de todo menos armonía.
Los delegados antiTrump, furiosos contra un candidato que ha llamado racistas a los inmigrantes mexicanos y promete vetar la entrada al país a los musulmanes, estallaron de rabia contra los procedimientos que les negaron una oportunidad para expresar su descontento.