Donald Trump realizó el viernes su típico comentario sarcástico al pedir que le retiren las armas a los agentes del Servicio Secreto que cuidan a Hilary Clinton, y luego añadió: "Veamos qué le sucede".
Desde hace tiempo Trump ha insinuado incorrectamente que su rival demócrata quiere derogar la Segunda Enmienda y quitarle a los estadounidenses su derecho a poseer armas.
Durante un mitin en Miami, nuevamente habló sobre confiscarles las armas a los agentes, y luego fue más allá.
"Creo que sus guardaespaldas deberían dejar todas sus armas. Deberían estar desarmados, ¿cierto?", le preguntó a la audiencia.
"Quítenles las armas, ella no quiere armas. Quítenselas y veamos qué le sucede. Quítenle las armas. De acuerdo, eso sería muy peligroso".
No quedó claro de inmediato qué es lo que Trump quiso decir, y una portavoz de campaña no respondió de inmediato a una solicitud para que se explicara. Una portavoz del Servicio Secretó declinó comentar.
Pero el aparentemente inquietante comentario hizo recordar las declaraciones de Trump el mes pasado que fueron criticadas por muchos demócratas, quienes las describieron como un llamado para asesinar a Clinton.
Durante un evento en North Carolina, el republicano dijo erróneamente que su rival quiere "esencialmente, abolir la Segunda Enmienda".
"Por cierto, si elige a sus jueces, no hay nada que se pueda hacer amigos. Aunque estas personas de la Segunda Enmienda quizá si puedan hacer algo. No lo sé", continuó.
En cuestión de minutos, la campaña de Clinton condenó las declaraciones. Robby Mook, su director de campaña, dijo: "Una persona que aspira a la presidencia de Estados Unidos no debería incitar a la violencia de ninguna manera".
Posteriormente Trump disputó las críticas al decir que todos en la audiencia sabían que se refería al poder de los votantes "y no puede haber ninguna otra interpretación".