Un empresario venezolano que abrió un banco en República Dominicana para pagar millones de dólares en sobornos a funcionarios de su país fue sentenciado este jueves 29 de noviembre a tres años de prisión en un tribunal federal de Estados Unidos.
Gabriel Arturo Jiménez Aray, quien en marzo de 2017 se había declarado culpable de asociación ilícita para lavar dinero, fue condenado por la jueza Robin Rosenberg en los tribunales federales de West Palm Beach, unos 100 kilómetros al noroeste de Miami.
La sentencia de Jiménez fue revelada por la fiscalía federal del sur de la Florida dos días después de que Alejandro Andrade Cedeño, un extesorero del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, fuera condenado por la misma jueza a diez años de prisión en el mismo caso de lavado de dinero.
Como parte de un acuerdo que selló con el gobierno de Estados Unidos para recibir una condena leva, Jiménez, quien vive en Chicago y tiene 50 años, se comprometió a colaborar con las autoridades. Además, aceptó entregar todas sus propiedades y bienes.
En ese acuerdo admitió que junto con el propietario de la cadena de televisión venezolana Globovisión, Raúl Gorrín Belisario, y otras personas utilizó al Banco Peravia de República Dominicana para pagar sobornos a funcionarios venezolanos. Su objetivo era realizar negocios ilegales y lavar dinero de esos negocios, según documentos judiciales.
Gorrín también está acusado, pero se encuentra prófugo.
En la conspiración se malversaron más de 550 millones de dólares y Jiménez admitió que el total de dinero en propiedades involucradas en la acusación con el Banco Peravia y otras instituciones fue de aproximadamente 38 millones de dólares.
Algunos de los pagos de sobornos fueron realizados en el sur de la Florida, según documentos de la fiscalía.