Estados Unidos impuso este jueves más restricciones de visado a responsables de violar derechos humanos en Nicaragua, donde continúan las protestas que exigen la renuncia del presidente Daniel Ortega y que cese la violencia que deja unos 220 muertos en poco más de dos meses.
"Mientras el gobierno nicaragüense siga usando violencia para reprimir protestas pacíficas, seguiremos revocando visas de los responsables", tuiteó el secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Francisco Palmieri, sin ampliar detalles.
Washington sancionó a principios de junio con esa medida a oficiales de la Policía Nacional y funcionarios municipales, por considerar que abusan de los derechos humanos y socavan la democracia.
En Nicaragua continuaron este jueves las acciones de los opositores nicaragüenses.
Sonando bocinas, con banderas nacionales y multicolores, grupos del movimiento de diversidad sexual se manifestaron en Managua.
"En esta dictadura también nos hemos sentido sin derechos. Ortega tiene que irse", dijo a AFP Dámaso Vargas, transgénero de 25 años que dijo vestir de negro por "los asesinados" y "la muerte de la República".
En la Catedral, el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw presidió una misa: "El papa Francisco nos pide ser constructores de la paz de Cristo, llamando a que cese toda violencia, que se evite un inútil derramamiento de sangre", dijo en la homilía.
"Vine a pedir que termine la masacre y se vayan del país. Lo que han hecho no tiene nombre", declaró a AFP Nidia Vargas, de 70 años. "Le pedimos al Señor por la paz que este gobierno nos quitó", declaró Auxiliadora Martínez, de 60 años.