Abrumados por el agravamiento de la crisis económica, los venezolanos votan este domingo en unas elecciones regionales claves para el gobierno y la oposición, que medirán cómo quedaron sus fuerzas tras enfrentarse violentamente durante cuatro meses en las calles.
Unos 18 millones de electores están llamados a las urnas en 13 mil 559 centros de votación, que empezaron a abrir a partir de las 06H00 locales (10H00 GMT), para designar por cuatro años a los gobernadores de los 23 estados del país petrolero.
Pequeñas filas de votantes, algunos con banderas venezolanas, se formaban en algunos colegios electorales, varios de los cuales abrieron más tarde de lo previsto, reconoció el poder electoral.
Los comicios se celebran con un año de retraso y luego de dos meses de tregua tras las marchas que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio, convocadas por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para exigir la salida del presidente Nicolás Maduro.
El mandatario, que se declara ganador del pulso en las calles, convirtió estos comicios en una legitimación de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, desconocida por la oposición y varios países de América y Europa.
"Esto es un triunfo de la democracia revolucionaria. La Asamblea Nacional Constituyente ha convocado esta elección con su poder plenipotenciario y tenemos que ir a votar por la paz", expresó Maduro, en un mensaje en la apertura de las urnas desde el Palacio de Miraflores.
La MUD busca relanzar su lucha y demostrar que aún es mayoría. Será el primer duelo electoral desde su aplastante victoria en las parlamentarias de 2015, cuando rompió una hegemonía chavista de 18 años.
"No se trata de unos gobernadores ni de partidos, sino de vencer a Maduro. Es una jornada histórica, reinicio de una etapa de presión que continuará contra la dictadura", llamó el diputado Freddy Guevara, uno de los líderes de las protestas.