El vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, supuestamente vinculado con el escándalo de corrupción de Odebrecht, afirmó el martes que no renunciará a su cargo ni saldrá del país.
En una entrevista con la radio local Sonorama, cuestionó "¿por qué voy a renunciar? Fui elegido en binomio, si renuncio renunciamos los dos (con el presidente Lenín Moreno)", al tiempo que argumentó que "fui elegido igual que el presidente Moreno y voy a permanecer los cuatro años del período (2017-2021)".
Glas afirmó que su función es "esencial... reemplazar al presidente cuando se lo requiera".
La relación entre Moreno y Glas se rompió a inicios de agosto cuando se hicieron públicos audios de un delator de Odebrecht en los que presuntamente vinculaba a Glas con actos de corrupción.
De inmediato Moreno le quitó todas las funciones y desde entonces el vicepresidente no cumple ninguna actividad de gobierno.
En Ecuador, por ley el presidente determina las actividades del vicepresidente.
La fiscalía pidió a la Corte Suprema que vincule a Glas con la investigación penal por los 33.5 millones de dólares en sobornos que Odebrecht reconoció haber repartido entre funcionarios públicos ecuatorianos.
Acerca del pedido de la fiscalía, Glas sostuvo que "enfrentaré esto con la fuerza que lo he hecho siempre, poniendo la cara. No tengo nada que ocultar".
Para que el segundo mandatario pueda ser vinculado con la investigación penal, la Asamblea Nacional debe dar su autorización con el voto de al menos 92 del total de los 137 legisladores. El partido de gobierno Alianza País cuenta con una bancada de 75 integrantes.