Un sismo de magnitud 7.7 sacudió en la madrugada de este jueves el sur del Pacífico y generó un tsunami que provocó alertas en varios países de la región.
El sismo se produjo hacia las 00:20 hora local (13:20 GMT) a unos 415 kilómetros al este de Vao, en Nueva Caledonia, a unos 10 kilómetros de profundidad, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (Estados Unidos) emitió un aviso a raíz del terremoto, y poco después lo hicieron Nueva Zelanda y Australia.
Olas de entre 0.3 metros y 1 metro por encima del promedio de pleamar podrían llegar a Fiyi, Nueva Zelanda y Vanuatu, advirtió este centro estadounidense.
Una ola de 0.3 metros llegó a Fiyi, confirmó el departamento de sismología de la isla mediante un tuit, sin más detalles.
“Tsunami confirmado” indicó mediante un tuit la agencia australiana de Metereología, que aludió concretamente a una amenaza para la isla de Lord Howe, a unos 550 kilómetros al este del continente australiano.
El USGS había informado en un primer momento de una magnitud de 7.9, que rebajó a 7.5 y volvió a subir hasta 7.7.
Las autoridades de Nueva Zelanda pidieron a los residentes en la costa norte que se alejaran de las playas y de la primera línea de mar.
“Preveemos que las áreas costeras de Nueva Zelanda experimentarán fuertes corrientes inusuales e impredecibles” tras el sismo, indicaron.
Todo el norte de Nueva Zelanda, así como una amplia franja de costa al este de la isla, estaban concernidos por la alerta.
Además de Nueva Caledonia, las islas de la Lealtad, también bajo dominio francés, resultaron afectadas por el fuerte temblor.
Nueva Caledonia se sitúa en el suroeste del Pacífico, unos 1.500 kilómetros al este de Australia.
La región afectada por el terremoto forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas con mayor actividad sísmica del planeta.
En enero más de 100 personas murieron en un sismo de magnitud 6.2 en la ciudad de Mamuju, en la isla indonesia de Sulawesi.