El alcalde de Rio de Janeiro, Marcelo Crivella, un expastor evangélico, fue detenido y destituido de su cargo este martes 23 de diciembre, acusado de “liderar una organización criminal” de sobornos, en el más reciente episodio de corrupción en la ciudad “tarjeta postal” de Brasil.
A nueve días del fin de su mandato, Crivella fue detenido al amanecer en su casa del acomodado barrio de Barra de Tijuca.
La jueza que ordenó el operativo, Rosa Helena Penna Macedo Guita, determinó igualmente su destitución, señalándolo como “jefe de una organización criminal (...) instalada en el ámbito de la Alcaldía de Rio con la finalidad de obtener ganancias ilícitas de las más variadas formas”.
Por la tarde, tras una audiencia de dos horas, ordenó mantenerlo en prisión preventiva y el alcalde, según imágenes de televisión, fue trasladado a una penitenciaría del norte de la ciudad.
Crivella, que en las elecciones de noviembre, en las que resultó derrotado, contó con el apoyo del presidente Jair Bolsonaro, se dijo blanco de una “persecución política”.
“Fui el alcalde que más actuó contra la corrupción en Rio de Janeiro. Pido justicia”, agregó el edil, de 63 años.
En total, se dictaron siete órdenes de captura, seis de las cuales fueron cumplidas.
Entre los detenidos figura el empresario Rafael Alves, organizador del esquema y hermano de Marcelo Alves, expresidente de la agencia municipal de turismo Riotur.

