Un alumno mató a 10 personas en su escuela de Estados Unidos antes de entregarse

Un alumno mató a 10 personas en su escuela de Estados Unidos antes de entregarse


La justicia comenzaba a interrogar al adolescente de 17 años que mató a 10 personas el viernes en su escuela secundaria de Santa Fe, Texas (sur), en la última masacre ocurrida en un centro educativo en Estados Unidos.

+info

Policía encuentra supuestos artefactos explosivos en escuela de Texas

Dimitrios Pagourtzis apareció el viernes esposado, con la cabeza baja y respondiendo simplemente "sí, señor", "no, señor" a las preguntas de un juez sobre cuestiones procedimentales.

Fue inculpado de asesinato, un crimen por el que podría ser incluso condenado a la pena de muerte.

Si bien algunos de sus compañeros le han descrito como un adolescente calmo pero solitario, las razones que le llevaron a cometer la masacre aún siguen sin conocerse.

Anotaciones en los diarios del atacante, obtenidos de su computadora y su teléfono, sugerían que quería suicidarse tras cometer la masacre pero "se entregó", según informó a la prensa el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott.

Un estudiante indicó a una cadena de televisión local que Pagourtzis, jugador de fútbol americano, era víctima de acoso: "Los entrenadores le acosaban y le insultaban".

Según las autoridades, el joven había publicado hace poco en Facebook una imagen de una camiseta con la leyenda "Nacido para matar".

Aunque, según Abbott, no hubo verdaderas "señales de advertencia" que indicaran que pasaría a la acción.

Vestido con un abrigo negro en el que escondía una escopeta y un revólver, aparentemente ambos propiedad de su padre, Dimitrios Pagourtzis entró a una clase hacia las 08H00 locales (13H00 GMT) y abrió fuego, dejando 10 muertos y 10 heridos.

"Estaba todo muy calmado por unos segundos y luego oímos a alguien disparar un arma: ¡pam, pam, pam!", dijo a la AFP el estudiante Hunter Mead, de 14 años.

"No debería pasar por esto", sostuvo entre lágrimas otra estudiante de Santa Fe, Dakota Shrader, mientras su madre la consolaba.

"Es mi escuela. Es mi vida cotidiana. Me da miedo incluso regresar"."Oí 'boom, boom, boom' y corrí tan rápido como pude al bosque más cercano para poder esconderme y llamé a mi madre", declaró.

Evan San Miguel, de 15 años y cuyo hombro izquierdo fue rozado por una bala, describió la escena "aterradora" que vivió en medio de su clase, cuando el atacante entró anunciando una "sorpresa" y empezó a disparar.

Una vigilia para orar por las víctimas reunió a centenares de personas en Santa Fe.

La embajada de Pakistán en Washington informó que un paquistaní que se encontraba de intercambio escolar figura entre los muertos.

 

Según los medios locales, de los fallecidos al menos seis eran alumnos y otro un auxiliar del liceo.

El modus operandi, el perfil del atacante y las imágenes de los adolescentes evacuando la escuela mostradas por la televisión, dejan un aire de "deja vu" en esta nueva masacre ocurrida en una escuela de Estados Unidos.

Al principio del año, un tiroteo en una escuela secundaria de Florida (sureste) dejó 17 muertos y reavivó el debate sobre el acceso a las armas.

Según el diario Washington Post, ha habido más muertos en establecimientos escolares estadounidenses desde el comienzo de 2018 que entre los miembros de las fuerzas armadas.

Más de un millón de personas, principalmente jóvenes, se manifestaron a fines de marzo en todo Estados Unidos en la "Marcha por nuestras vidas" ("March for Our Lives"), sin que desde la clase política se tomaran acciones legales significativas.

"No se merecían esto", dijo en un tuit Emma Gonzalez, una de las jóvenes impulsoras del movimiento anti armas.

"Se merecían estar en paz toda su vida, no solamente una vez que una lápida lo diga sobre sus tumbas", criticó.

El presidente Donald Trump calificó el tiroteo como "absolutamente horrible".

"Esto ha estado ocurriendo durante demasiado tiempo en nuestro país", dijo.

También pidió que las banderas de los edificios federales ondeen -hasta el 22 de mayo- a media asta.

"Mi administración está decidida a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para proteger a nuestros estudiantes, proteger nuestras escuelas y mantener las armas fuera de las manos de aquellos que representan una amenaza para sí mismos y para otros", agregó.

El atacante también dejó explosivos en una casa y un vehículo, según dijo el gobernador Abbott a la prensa.

En cuanto a las armas que el joven tomó de su padre, el gobernador explicó "no saber si el padre estaba al tanto" y dijo también que el hombre las poseía legalmente.

"Una vez más, Texas ha visto el rostro del diablo", aseguró el senador Ted Cruz.

LAS MÁS LEÍDAS