Mientras algunos países de América Latina alivian medidas en su lucha contra el coronavirus, Europa impone cada vez más restricciones para combatir una segunda ola de contagios generando protestas entre una población cada vez más impaciente.
Desde su aparición en China a fines de 2019, la Covid-19 ya mató a casi 1,2 millones de personas y contagió a más de 46 millones, según el balance de la AFP del domingo.
En América Latina y el Caribe, la región más afectada del mundo con 11,3 millones de contagios y más de 400.000 muertos, varios países han ido aliviando medidas.
Este domingo, la ciudadela inca de Machu Picchu reabrió ante una paulatina reducción de los contagios en Perú, el país con mayor tasa de mortalidad con 105 decesos por cada 100.000 habitantes.
La ciudadela inca se encontraba cerrada desde el 16 de marzo y con su reapertura renacen las esperanzas en Cusco, la antigua capital del imperio inca, y otros pueblos de la zona que son paso obligado hacia Machu Picchu, que enfrentan una aguda crisis como secuela de la pandemia, pues el 70% de su gente vivía del turismo.
México, en tanto, celebró este domingo el Día de Muertos, la tradición más representativa del país, con fuertes restricciones.
En efecto, los cementerios permanecen cerrados y numerosos eventos fueron cancelados para evitar que los contagios (más de 900.000 con unos 92.000 muertos) se disparen. Ciudad de México se quedó además sin su acostumbrado desfile de sonrientes calaveras y disfraces multicolores.
A dos días de las elecciones en Estados Unidos, el país más enlutado en términos absolutos con más de 230.000 muertos y por encima de nueve millones de casos, la situación sanitaria sigue deteriorándose.
Pese a ello, el presidente republicano, Donald Trump, imprime un ritmo frenético a su campaña con mítines multitudinarios en cinco estados este domingo, mientras su rival demócrata Joe Biden respeta las medidas de precaución.
También en este país la popular fiesta de Halloween se vio limitada, sobre todo en Salem, Massachusetts, donde las autoridades decidieron cerrar la ciudad a las 20H00 para evitar las aglomeraciones.
El aumento de los contagios en Europa, que subieron un 41% en una semana para totalizar 10,4 millones de casos y 278.000 muertos desde que comenzó la pandemia, podría colapsar los hospitales.
Para evitarlo, los gobiernos se ven obligados a restringir la libertad de movimiento y cerrar sectores enteros de la economía, generando resistencia en una población cansada de la pandemia.
El sábado hubo protestas por segunda noche en varias ciudades de España, con enfrentamientos con la policía y actos de vandalismo y saqueos, que dejaron 32 detenidos, según la policía.
España, tercer país con la mayor tasa de mortalidad con 77 decesos por cada 100.000 habitantes, detrás de Perú y Bélgica (100), y delante de Brasil (75), impuso un toque de queda nocturno nacional y la mayoría de las regiones españolas dictaron cierres perimetrales para impedir viajar.
Los disturbios más importantes se produjeron en Madrid, donde numerosos manifestantes corearon “¡Libertad!”, incendiaron contenedores de basura y erigieron barricadas en Gran Vía, la principal arteria de la capital, según imágenes en las redes sociales.