El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, denunció que hubo “mala fe” y “amarillismo” sobre su salud al retomar este viernes sus actividades oficiales tras cinco días de su contagio de covid-19.
“La gente llegó a preocuparse porque hubo sensacionalismo, amarillismo, mala fe, pero afortunadamente salimos bien y aquí estamos, muy dispuestos a continuar con este proceso de transformación en beneficio de nuestro pueblo”, declaró al reaparecer en su conferencia diaria en el Palacio Nacional.
La salud del mandatario, de 69 años, causó inquietud tras su contagio de covid-19 el domingo pasado, después del que estuvo 72 horas sin emitir ningún mensaje.
El presidente ya había contraído la covid-19 dos veces antes, la primera en enero de 2021 y la segunda en enero de 2022, y en ambas ocasiones publicó imágenes desde el aislamiento.
Además, padece de hipertensión, en enero de 2022 tuvo un cateterismo, una exploración en el corazón, y en diciembre de 2013 sufrió un infarto agudo de miocardio, por lo que entonces tuvo una cirugía coronaria.
“Estamos bien y con muchos deseos de seguir transformando nuestro país en beneficio de nuestro querido pueblo”, insistió ahora López Obrador.
La información sobre su salud causó un conflicto político, en el que organizaciones civiles y la oposición exigieron transparencia por considerarlo un asunto de seguridad nacional e interés público.
Mientras que el Gobierno de México denunció una “campaña de odio” en contra del mandatario por las especulaciones, como un presunto infarto que se desmintió.