El Comando Central de Estados Unidos (Centcom) informó en un comunicado que tres buques comerciales fueron atacados este domingo en el sur del Mar Rojo, entre ellos uno de bandera panameña, donde el destructor USS Carney “respondió a las llamadas de socorro” de los navíos, que sufrieron el impacto de misiles, pero no registraron víctimas.
Los rebeldes hutíes del Yemen afirmaron que Estados Unidos “no tiene el derecho” de responder a sus ataques en el Mar Rojo, donde un destructor estadounidense ha interceptado varios drones dirigidos contra embarcaciones que transitaban cerca de las costas del país árabe.
Reporte
La última embarcación atacada con un misil fue el Sophie II, de bandera de Panamá, que “no informó de daños significativos”. Cuando el USS Carney se acercó para dar apoyo, derribó otro dron que se dirigía hacia el destructor, según la nota.
“Los norteamericanos no tienen el derecho de responder en el Mar Rojo”, dijo en X (antes Twitter) el miembro del poderoso Consejo Político Supremo de los hutíes, Mohamed Ali al Huti, que añadió que Estados Unidos “no aceptaría ninguna presencia militar de China, Rusia u otros en las aguas territoriales cerca de Florida”.
El portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, dijo hoy en un discurso televisado que los insurgentes “llevaron a cabo una operación contra dos barcos israelíes” en el estrecho de Bab el Mandab, e identificó los buques como “Unity Explorer”, con bandera de Bahamas, y “Number 9″, con bandera de Panamá.
LLAMADA DE AUXILIO
Según la nota del ejército de Estados Unidos, el Unity Explorer, propiedad y operado por el Reino Unido, fue atacado con misiles balísticos disparados desde áreas controladas por los hutíes y, posteriormente, el USS Carney derribó un dron mientras el destructor ayudaba “con la evaluación de daños” de la embarcación comercial.
Poco después, otro misil alcanzó el buque Number 9, de propiedad de Bermudas y operado por el Reino Unido, en un ataque en el que se registraron daños, pero no víctimas.
La última embarcación atacada con un misil fue el Sophie II, de bandera de Panamá, que “no informó de daños significativos”. Cuando el USS Carney se acercó para dar apoyo, derribó otro dron que se dirigía hacia el destructor, según la nota.
La nota apuntó que Estados Unidos tiene “todas las razones” para creer que aunque los hutíes hayan reivindicado los ataques, estos “son plenamente permitidos por Irán”, país que respalda a los insurgentes yemeníes.
“Estados Unidos considerará todas las respuestas apropiadas en plena coordinación con sus aliados y socios internacionales”, sentenció la nota.
Tras el estallido de la guerra en la Franja de Gaza, los hutíes amenazaron con atacar buques con la bandera de Israel o propiedad de empresas israelíes que transiten por el Mar Rojo en apoyo al grupo islamista palestino Hamás.
A mediados de noviembre, los insurgentes capturaron el carguero Galaxy Leader, que transportaba vehículos, y que es propiedad de una empresa británica pero operado por la naviera japonesa Nippon Yusen (NYK Line), aunque sería propiedad parcial de un empresario israelí.