La canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, cuestionó duramente a los 25 exgobernantes iberoamericanos que suscribieron una declaración en la que piden elecciones parlamentarias limpias y la excarcelación de los presos políticos Leopoldo López, Antonio Ledezma y Daniel Ceballos, entre otros.
“Es una sinvergüenzura y por eso les dije a los expresidentes que andan por ahí pidiendo una libertad de estos ciudadanos que cometieron actos terroristas que se busquen un empleo digno”, dijo Rodríguez en una reunión celebrada hoy en el hotel Sheraton, donde se hospeda parte de la delegación oficial venezolana.
La denominada "Declaración de Panamá" fue presentada ayer, jueves, por los expresidentes firmantes: Andrés Pastrana (Colombia), José María Aznar (España), Felipe Calderón (México), Jorge Quiroga (Bolivia) y Olvaldo Hurtado (Ecuador). En el grupo de firmantes -25 en total, "y van a ser más", según Aznar- no figuran exmandatarios venezolanos, pero sí de países considerados aliados al régimen de Maduro.
En el documento se resalta la crisis política y social que atraviesa Venezuela, y -entre otras cosas- cuestiona la ausencia de la independencia de la justicia, la falta de separación de poderes, el encarcelamiento de opositores, la "hegemonía comunicacional" y la promoción de la censura.
A la canciller Rodríguez le parece “indigno” que se pida la libertad para quienes –según ella- cometieron actos terroristas o pretendieron derrocar un gobierno constitucional. “Eso da vergüenza. Yo no puedo catalogarlo de otra manera”, remarcó.
Aseguró que en Venezuela no hay presos políticos. A todos los detenidos “se les sigue un juicio, se les respeta su derecho al debido proceso, se les respeta su derecho a la vida, indistintamente de su posición política, indistintamente de su credo religioso”.
Rodríguez se preguntó si acaso para “la derecha internacional” existen terroristas “buenos y malos”. “Entonces a los terroristas buenos, que sirven a sus intereses hegemónicos, entonces hay que pedir la libertad de esas personas”, recalcó.
“Yo vengo con una experiencia personal como víctima de la cuarta república, porque cuando esa oposición gobernó, asesinaban, torturaban y desaparecían a la disidencia política. Eso sí era criminalización de la disidencia política”, añadió.