La candidata izquierdista de la oposición, Xiomara Castro, se proclamó vencedora de las elecciones presidenciales en Honduras, después de que los resultados preliminares le dieran una aplastante Victoria sobre el partido gobernante.
Castro tenía un 53% de apoyo, en comparación con un 34% para Nasry Asfura, del partido gobernante, con más del 40% de los votos contados, dijo la autoridad electoral el domingo por la noche. A las 11:30 p.m. hora local, Asfura no había admitido su derrota y dijo que todos los votos debían ser contados.
Castro, de 62 años, se ha comprometido a cobrar impuestos a los ricos, reformar el “modelo neoliberal fallido” de la nación y considerar la posibilidad de poner fin a su alianza con Taiwán.
Una victoria de Castro la convertiría en la primera mujer presidenta de la nación y pondría fin a 12 años de Gobierno conservador del Partido Nacional, que se ha visto afectado por escándalos que lo vinculan con el crimen organizado y el tráfico de cocaína. Sus seguidores bailaron y ondearon banderas rojas frente a la sede de su partido Libre en la capital, Tegucigalpa, cantando: “Se van, se van, ahora se van”.
Aunque la autoridad electoral no ha declarado a un ganador, Castro pronunció un discurso de victoria a sus jubilosos seguidores.
“Fuera el narcotráfico y el crimen organizado”, dijo Castro. “No más pobreza y angustia en Honduras”.
La delincuencia, la pobreza y los desastres naturales han convertido a la nación centroamericana en una de las principales fuentes de migración en la frontera sur de Estados Unidos, que se ha convertido en una de las mayores crisis que enfrenta la administración del presidente Joe Biden.
Un récord de 321 mil hondureños fueron detenidos en Estados Unidos en el año fiscal 2021 que finalizó en septiembre, un aumento del 22% con respecto al mismo período del año anterior.