El cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, lamentó este domingo que muchos miembros de la Iglesia católica de Nicaragua sean acusados “injustamente” por una “justicia mal administrada y manipulada”.
“Los hermanos de la Iglesia de Nicaragua injustamente llevados a tribunales con acusaciones falsas, cómo pueden ser dichosos esos jueces que saben que están actuando injustamente”, enfatizó Rodríguez en una homilía dominical.
¿Creen que esos jueces tendrán paz interior?, preguntó el cardenal tras referirse al arresto y posterior condena de miembros de la Iglesia católica de Nicaragua.
“Cuando dejen esos cargos van a poder dormir en paz, cuando la conciencia les está diciendo: haces mal, estas haciendo mal”, señaló el religioso, quien dijo que serán “dichosos los perseguidos por causa de la justicia, por una justicia mal administrada y manipulada”.
Rodríguez indicó que son “dichosos los perseguidos por causa de la justicia, aquellos por actuar con justicia responden a las injusticias y las ofensas, ellos nos ayudan a vencer el mal con el bien”.
Según el cardenal hondureño, una sociedad basada en “la ambición del poder, de gloria y de riqueza no tolera la justicia, por eso los que quieren ser fieles al Evangelio encuentran dificultades, pero su recompensa será la experiencia de que Dios vive en ellos, Dios reina y Dios es su rey”.
Cuatro sacerdotes católicos nicaragüenses fueron declarados el día 26 culpables de los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad, informó la Unidad de Defensa Jurídica.
Los cuatro prelados fueron declarados culpables junto a dos seminaristas y un camarógrafo de la diócesis de Matagalpa (norte de Nicaragua), por la jueza Nadia Camila Tardencilla, titular del Juzgado Segundo Distrito de los Penal de Managua, tras cuatro días de sesiones en un juicio que concluyó este jueves, indicó la Unidad de Defensa Jurídica, integrado por abogados que defienden a los religiosos.
La jueza declaró culpables a los sacerdotes Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II y encargado de la parroquia San Juan Bautista; José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral Matagalpa de San Pedro, respectivamente, y al diácono Raúl Vega González
También a los seminaristas Darvin Leiva Mendoza y Melkin Centeno, y al camarógrafo Sergio Cárdenas.